jueves, 25 de septiembre de 2014

LA FILOSOFÍA PERENNE DE TSEYOR - Com Interd. 275 Shilcars

MENSAJES DESDE LAS ESTRELLAS
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LA FILOSOFÍA PERENNE DE TSEYOR
 Comunicado Interdimensional 275 de nuestro HM Shilcars
Del 11-09-2009, como si fuera de hoy

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“La filosofía perenne de Tseyor produce resultados, pero trascendentales, que no se pueden valorar. Por eso es tan importante estar despiertos. 
Por eso es tan importante fluir con ese pensamiento trascendental. 
Por eso es importante estar limpios de cargas egoicas.”

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“Por eso se nos pide que “borremos” de nuestro pensamiento todo lo que sabemos, para que nuestra mente se vuelva transparente, para que nos conecte con nuestra esencia, con nuestra réplica y esta, a su vez, nos transmita su gran valor moral y espiritual. Nos comunique también nuestro avance.”
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SHILCARS:
Amigos, hermanos, atlantes todos, buenas tardes noches os desea Shilcars, del planeta Agguniom.
Una nueva oportunidad de dialogar juntos, en esta Nave Interdimensional de Tseyor que nos une fraternalmente. Nos identifica como atlantes y hermanos en el amor, en una conjunción infinita que parte del mismo Fractal y nos une en ese fantástico Puzle Holográfico Cuántico. En el que todos y cada uno de nosotros formamos su contenido, su imagen, además de su transparencia.
Ninguno puede faltar, ninguno de los que se han comprometido verdaderamente en hallar las claves de su origen, de su conformación cósmica: atlantes por excelencia.
Todos estamos unidos y, más lo estamos, cuando hemos comprometido una parte importante de nuestra vida aquí, en este planeta Tierra, en pos de hallar la verdad. Una verdad escurridiza, pero no menos transparente y a la vez aleccionadora.
Todos buscamos el mismo objetivo, en este caso vosotros, aquí, en vuestro lugar, en este planeta delicioso, musical por excelencia. Y, por ello, puede transmitir tan fácilmente los efluvios de ese amor que adorna nuestro proceder y nos ayuda constantemente a vencer dificultades.
Todos sabemos, aquí en Tseyor, cuál es el objetivo principal, primordial. Claro, habrá otros objetivos, otras rutas para seguir adornando nuestra existencialidad, pero una es fundamental: hallar la verdadera causa por la que estamos aquí, venciendo dificultades, comprobando, observando sincronías a veces muy sutiles, que se escapan a la intelectualidad, pero que quedan atrapadas todas verdaderamente en nuestra mente profunda y hace que la misma nos ayude a posicionarnos.
Verdaderamente cuantificar un trabajo intelectual, un esfuerzo físico, puede ser verdaderamente fácil. Cuantificar, por otro lado, un avance espiritual, vibracional, puede ser muy difícil. Imposible diría yo, con los elementos mecánicos, técnicos, de los que disponéis aquí en este planeta.
Cabe decir que cuantificar una suma algebraica es relativamente fácil a través de vuestro intelecto, como de cualquier máquina electrónica preparada para ello. Pero cuantificar el valor vibracional que se desprende de nuestras personas en un momento determinado, en este caso ahora mismo, cuando juntos nos damos las manos y nos abrazamos en la Nave Interdimensional de Tseyor, en otro espacio-tiempo, que está aquí y ahora, pero no bajo la óptica de una mente intelectual, cuantificar todo ello, es un imposible.
Solamente podremos hacerlo con la bondad de nuestro corazón, porque en ella entrará nuestra mente profunda, nuestro saber profundo, ancestral, el que no necesita intelecto alguno para comprender, asumir y transmutar.
Por eso es tan difícil valorar la trayectoria de Tseyor, en estos últimos 30 años o más. Por eso es tan difícil valorar la trayectoria, pongamos por caso, de hace una semana, o dos, o un mes, o dos años o cinco. Porque intentamos valorarlo todo con una mente intelectual, y esta no permite valorar el más allá, la constante trascendencia de nuestros actos.
Porque por actos debemos aclarar que solamente son significativos aquellos que trascienden, aquellos que se transmutan. Lo demás queda dentro del tiempo y del espacio, lo demás no importa, no se cuantifica.
Con ello voy a indicar que el valor intelectual, nuestros pensamientos de análisis y raciocinio, no tienen ningún valor. No sirven para cuantificar la verdad, la realidad de nuestros actos, la evolución vibracional de nuestras personas, de nuestras esencias, de nuestras réplicas, en definitiva.
Por eso, muchos sucumben cuando no observan resultados. Por eso muchos abandonan o buscan otros caminos que les satisfagan, que les den resultados inmediatos. Y si dichos resultados se producen, pero siempre bajo una óptica intelectual, 3D, totalmente superflua, totalmente materialista, estos resultados, convendréis conmigo que no interesan.
La filosofía perenne, la filosofía que parte del corazón, de lo más íntimo de nuestra esencia, no se puede valorar bajo un aspecto intelectual. Y el ego busca resultados, nuestro pensamiento busca comparaciones y no las halla, no encuentra evolución para él. Por eso no le interesa.
Por eso, la filosofía perenne, la de Tseyor, la que constantemente estamos aquí trabajando y transmitiendo, no produce satisfacción porque para el ego le resulta imposible comprenderlo, para el ego no le da ningún resultado. Para el ego es imposible cuantificarlo, se queda con las manos y los bolsillos vacíos, por eso renuncia. Por eso nos invita constantemente a buscar en otras flores, a buscar en otros grupos, a indagar en otras filosofías.
La filosofía perenne de Tseyor produce resultados, pero trascendentales, que no se pueden valorar. Por eso es tan importante estar despiertos. Por eso es tan importante fluir con ese pensamiento trascendental. Por eso es importante estar limpios de cargas egoicas.
Por eso se nos pide que “borremos” de nuestro pensamiento todo lo que sabemos, para que nuestra mente se vuelva transparente, para que nos conecte con nuestra esencia, con nuestra réplica y esta, a su vez, nos transmita su gran valor moral y espiritual. Nos comunique también nuestro avance.
Aunque, la verdad, no se ha de ser muy inteligente para darse cuenta que todos nosotros, cuando dentro de esta filosofía y de este pensamiento que desde las estrellas os estamos mandando, no se ha de ser muy inteligente, digo, para comprender que nuestro estado vibracional va variando, positivamente, día a día. Porque día a día vamos comprendiendo y asumiendo nuevas facetas, vamos comprendiendo incógnitas que hasta ahora estaban por desvelar.
Por eso, los de la Confederación nos esmeramos en iros proporcionando, poco a poco, elementos para que podáis ampliar dicho conocimiento. Conocimiento trascendental, anímico, espiritual, que es el único que vale la pena tener presente, que es el único que nos ayudará al despertar y a transportarnos con nuestros orbes hacia todos los confines del universo.
Por eso, no os dais cuenta de la vibración que están transmitiendo constantemente vuestras personas hacia todos los campos morfogenéticos de este planeta y de todos los planetas en el universo.
Por eso, no os dais cuenta de la vibración de nuestros mensajes. No os dais cuenta verdaderamente, y en el fondo, de que los mensajes no son solo palabras, sino que estas van acompañadas de vibración. Y semana a semana, día a día, la vibración que nos es posible transmitiros cada vez lo es con mayor fortuna, con mayor potencia, con mayor frecuencia, además.
Eso, al ego, ese aspecto, le pasa inadvertido, no se da cuenta. Solamente cuenta palabras, traduce palabras a su manera, pero le “engañamos”. Estamos engañando a nuestro ego, sutilmente, permitimos que él, nuestro pensamiento, permanezca. No vamos a interferir en él, es su papel, pero le engañamos sutilmente. Y, al mismo tiempo, transmitimos a vuestras esencias, a vuestras réplicas, nuevas vibraciones, poderosas vibraciones.
Daos cuenta, amigos, hermanos: no todo lo que veis es como lo veis, sino que hay un montón de cosas que no veis, pero que están, que actúan, y que verdaderamente os perfeccionan vuestro pensamiento, ayudándoos al despertar.
Por eso es porque os pedimos que estéis alerta, que seáis vigilantes, cuidadosos y que tengáis mucha paciencia para ir desvelando, poco a poco, los misterios de esta existencia.
Misterios que están a punto de ser desvelados plenamente, pero solo para aquellos individuos que verdaderamente han comprendido su razón de ser, que han comprendido verdaderamente la filosofía perenne de Tseyor. Que, aunada con el conocimiento de vuestros ancestros, de vuestros antepasados, va a coronar, próximamente, una nueva pirámide de conocimiento. Esto es así, amigos, hermanos.
Ahora son momentos delicados, son tiempos estos en los que debéis prestar mucha atención. A todos se os han dado las mismas oportunidades para el avance, pero no todos vais a saber aprovecharlas verdaderamente. Vuestro pensamiento inconformista, desconfiado, receloso, hará posible en muchos de vosotros que renunciéis a ese camino espiritual, a ese trabajo del autodescubrimiento del hombre por el propio hombre.
Estáis en estos momentos, importantes también, dudando entre una cosa u otra, entre vuestros problemas y la verdadera identidad de la filosofía. Son momentos, pues, en que se os pone a prueba. No os disperséis, es una sugerencia de vuestros hermanos de las estrellas. Aunad esfuerzos, estamos mandando mucha vibración, aprovechadla con bondad, pero no la desaprovechéis con desconfianzas y recelos.
Pedimos unidad de pensamiento, no uniformidad, volvemos a insistir en ello. Los próximos pasos que vamos a dar, aquí en Tseyor, serán de una transformación hasta ahora desconocida.
Vamos a aprovechar vuestro impulso, vuestra capacidad, vuestra preparación, vuestras mentes casi preparadas para acoger al Cristo Cósmico y asumir las infinitas réplicas de las que disponéis.
Vamos a aprovechar estos instantes, durante este tiempo que nos queda, estos pocos años que nos quedan, para la introspección y la extrapolación, para añadir en vosotros nuevas facetas de conocimiento.
Aquellos que crean en sí mismos, aquellos serán los que disfrutarán de ese conocimiento. Aquellos que no crean en sí mismos serán los que no estarán dispuestos nunca a avanzar por ese camino sin camino.
Os ofrecemos la posibilidad de extrapolar vuestro pensamiento y reconocer vuestros caminos cósmicos. Claro, no estamos hablando de materia densa, no estamos hablando de átomos y moléculas, estamos hablando de un pensamiento trascendente, aquel al que el ego no le es posible acceder.
Por eso mi introducción ha ido hacia ese aspecto, estamos, pues, interesados en transmitiros mucha más vibración. Una vibración que no cuenta con una densidad atómica, sino que cuenta con la bondad de vuestros corazones, con la realidad de vuestras réplicas, con la hermandad. Especialmente con la hermandad de Tseyor.
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