MENSAJES DESDE LAS ESTRELLAS
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LA FILOSOFÍA PERENNE DE TSEYOR
Comunicado Interdimensional 275 de nuestro
HM Shilcars
Del 11-09-2009, como si fuera de hoy
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“La filosofía perenne de Tseyor
produce resultados, pero trascendentales, que no se pueden valorar. Por eso es
tan importante estar despiertos.
Por eso es tan importante fluir con ese pensamiento
trascendental.
Por eso es importante estar limpios de cargas
egoicas.”
* * *
“Por eso se nos pide que “borremos” de nuestro
pensamiento todo lo que sabemos, para que nuestra mente se vuelva transparente,
para que nos conecte con nuestra esencia, con nuestra réplica y esta, a su vez,
nos transmita su gran valor moral y espiritual. Nos comunique también nuestro
avance.”
* * *
SHILCARS:
Amigos,
hermanos, atlantes todos, buenas tardes noches os desea Shilcars, del planeta
Agguniom.
Una nueva
oportunidad de dialogar juntos, en esta Nave Interdimensional de Tseyor que nos
une fraternalmente. Nos identifica como atlantes y hermanos en el amor, en una
conjunción infinita que parte del mismo Fractal y nos une en ese fantástico
Puzle Holográfico Cuántico. En el que todos y cada uno de nosotros formamos su
contenido, su imagen, además de su transparencia.
Ninguno puede
faltar, ninguno de los que se han comprometido verdaderamente en hallar las
claves de su origen, de su conformación cósmica: atlantes por excelencia.
Todos estamos
unidos y, más lo estamos, cuando hemos comprometido una parte importante de
nuestra vida aquí, en este planeta Tierra, en pos de hallar la verdad. Una
verdad escurridiza, pero no menos transparente y a la vez aleccionadora.
Todos buscamos el
mismo objetivo, en este caso vosotros, aquí, en vuestro lugar, en este planeta
delicioso, musical por excelencia. Y, por ello, puede transmitir tan fácilmente
los efluvios de ese amor que adorna nuestro proceder y nos ayuda constantemente
a vencer dificultades.
Todos sabemos,
aquí en Tseyor, cuál es el objetivo principal, primordial. Claro, habrá otros
objetivos, otras rutas para seguir adornando nuestra existencialidad, pero una
es fundamental: hallar la verdadera causa por la que estamos aquí, venciendo
dificultades, comprobando, observando sincronías a veces muy sutiles, que se
escapan a la intelectualidad, pero que quedan atrapadas todas verdaderamente en
nuestra mente profunda y hace que la misma nos ayude a posicionarnos.
Verdaderamente
cuantificar un trabajo intelectual, un esfuerzo físico, puede ser
verdaderamente fácil. Cuantificar, por otro lado, un avance espiritual,
vibracional, puede ser muy difícil. Imposible diría yo, con los elementos
mecánicos, técnicos, de los que disponéis aquí en este planeta.
Cabe decir que
cuantificar una suma algebraica es relativamente fácil a través de vuestro
intelecto, como de cualquier máquina electrónica preparada para ello. Pero
cuantificar el valor vibracional que se desprende de nuestras personas en un
momento determinado, en este caso ahora mismo, cuando juntos nos damos las
manos y nos abrazamos en la Nave Interdimensional de Tseyor, en otro
espacio-tiempo, que está aquí y ahora, pero no bajo la óptica de una mente
intelectual, cuantificar todo ello, es un imposible.
Solamente
podremos hacerlo con la bondad de nuestro corazón, porque en ella entrará
nuestra mente profunda, nuestro saber profundo, ancestral, el que no necesita
intelecto alguno para comprender, asumir y transmutar.
Por eso es tan
difícil valorar la trayectoria de Tseyor, en estos últimos 30 años o más. Por
eso es tan difícil valorar la trayectoria, pongamos por caso, de hace una
semana, o dos, o un mes, o dos años o cinco. Porque intentamos valorarlo todo
con una mente intelectual, y esta no permite valorar el más allá, la constante
trascendencia de nuestros actos.
Porque por actos
debemos aclarar que solamente son significativos aquellos que trascienden,
aquellos que se transmutan. Lo demás queda dentro del tiempo y del espacio, lo
demás no importa, no se cuantifica.
Con ello voy a
indicar que el valor intelectual, nuestros pensamientos de análisis y
raciocinio, no tienen ningún valor. No sirven para cuantificar la verdad, la
realidad de nuestros actos, la evolución vibracional de nuestras personas, de
nuestras esencias, de nuestras réplicas, en definitiva.
Por eso, muchos
sucumben cuando no observan resultados. Por eso muchos abandonan o buscan otros
caminos que les satisfagan, que les den resultados inmediatos. Y si dichos
resultados se producen, pero siempre bajo una óptica intelectual, 3D,
totalmente superflua, totalmente materialista, estos resultados, convendréis
conmigo que no interesan.
La filosofía
perenne, la filosofía que parte del corazón, de lo más íntimo de nuestra
esencia, no se puede valorar bajo un aspecto intelectual. Y el ego busca
resultados, nuestro pensamiento busca comparaciones y no las halla, no
encuentra evolución para él. Por eso no le interesa.
Por eso, la
filosofía perenne, la de Tseyor, la que constantemente estamos aquí trabajando
y transmitiendo, no produce satisfacción porque para el ego le resulta
imposible comprenderlo, para el ego no le da ningún resultado. Para el ego es
imposible cuantificarlo, se queda con las manos y los bolsillos vacíos, por eso
renuncia. Por eso nos invita constantemente a buscar en otras flores, a buscar
en otros grupos, a indagar en otras filosofías.
La filosofía
perenne de Tseyor produce resultados, pero trascendentales, que no se pueden
valorar. Por eso es tan importante estar despiertos. Por eso es tan importante
fluir con ese pensamiento trascendental. Por eso es importante estar limpios de
cargas egoicas.
Por eso se nos
pide que “borremos” de nuestro pensamiento todo lo que sabemos, para que
nuestra mente se vuelva transparente, para que nos conecte con nuestra esencia,
con nuestra réplica y esta, a su vez, nos transmita su gran valor moral y
espiritual. Nos comunique también nuestro avance.
Aunque, la
verdad, no se ha de ser muy inteligente para darse cuenta que todos nosotros,
cuando dentro de esta filosofía y de este pensamiento que desde las estrellas
os estamos mandando, no se ha de ser muy inteligente, digo, para comprender que
nuestro estado vibracional va variando, positivamente, día a día. Porque día a
día vamos comprendiendo y asumiendo nuevas facetas, vamos comprendiendo
incógnitas que hasta ahora estaban por desvelar.
Por eso, los de
la Confederación nos esmeramos en iros proporcionando, poco a poco, elementos
para que podáis ampliar dicho conocimiento. Conocimiento trascendental,
anímico, espiritual, que es el único que vale la pena tener presente, que es el
único que nos ayudará al despertar y a transportarnos con nuestros orbes hacia
todos los confines del universo.
Por eso, no os
dais cuenta de la vibración que están transmitiendo constantemente vuestras
personas hacia todos los campos morfogenéticos de este planeta y de todos los
planetas en el universo.
Por eso, no os
dais cuenta de la vibración de nuestros mensajes. No os dais cuenta
verdaderamente, y en el fondo, de que los mensajes no son solo palabras, sino
que estas van acompañadas de vibración. Y semana a semana, día a día, la
vibración que nos es posible transmitiros cada vez lo es con mayor fortuna, con
mayor potencia, con mayor frecuencia, además.
Eso, al ego, ese
aspecto, le pasa inadvertido, no se da cuenta. Solamente cuenta palabras,
traduce palabras a su manera, pero le “engañamos”. Estamos engañando a nuestro
ego, sutilmente, permitimos que él, nuestro pensamiento, permanezca. No vamos a
interferir en él, es su papel, pero le engañamos sutilmente. Y, al mismo
tiempo, transmitimos a vuestras esencias, a vuestras réplicas, nuevas
vibraciones, poderosas vibraciones.
Daos cuenta,
amigos, hermanos: no todo lo que veis es como lo veis, sino que hay un montón
de cosas que no veis, pero que están, que actúan, y que verdaderamente os
perfeccionan vuestro pensamiento, ayudándoos al despertar.
Por eso es porque
os pedimos que estéis alerta, que seáis vigilantes, cuidadosos y que tengáis
mucha paciencia para ir desvelando, poco a poco, los misterios de esta
existencia.
Misterios que
están a punto de ser desvelados plenamente, pero solo para aquellos individuos
que verdaderamente han comprendido su razón de ser, que han comprendido
verdaderamente la filosofía perenne de Tseyor. Que, aunada con el conocimiento
de vuestros ancestros, de vuestros antepasados, va a coronar, próximamente, una
nueva pirámide de conocimiento. Esto es así, amigos, hermanos.
Ahora son
momentos delicados, son tiempos estos en los que debéis prestar mucha atención.
A todos se os han dado las mismas oportunidades para el avance, pero no todos
vais a saber aprovecharlas verdaderamente. Vuestro pensamiento inconformista,
desconfiado, receloso, hará posible en muchos de vosotros que renunciéis a ese
camino espiritual, a ese trabajo del autodescubrimiento del hombre por el
propio hombre.
Estáis en estos
momentos, importantes también, dudando entre una cosa u otra, entre vuestros
problemas y la verdadera identidad de la filosofía. Son momentos, pues, en que
se os pone a prueba. No os disperséis, es una sugerencia de vuestros hermanos
de las estrellas. Aunad esfuerzos, estamos mandando mucha vibración,
aprovechadla con bondad, pero no la desaprovechéis con desconfianzas y recelos.
Pedimos unidad de
pensamiento, no uniformidad, volvemos a insistir en ello. Los próximos pasos
que vamos a dar, aquí en Tseyor, serán de una transformación hasta ahora
desconocida.
Vamos a
aprovechar vuestro impulso, vuestra capacidad, vuestra preparación, vuestras
mentes casi preparadas para acoger al Cristo Cósmico y asumir las infinitas
réplicas de las que disponéis.
Vamos a
aprovechar estos instantes, durante este tiempo que nos queda, estos pocos años
que nos quedan, para la introspección y la extrapolación, para añadir en
vosotros nuevas facetas de conocimiento.
Aquellos que
crean en sí mismos, aquellos serán los que disfrutarán de ese conocimiento.
Aquellos que no crean en sí mismos serán los que no estarán dispuestos nunca a
avanzar por ese camino sin camino.
Os ofrecemos la
posibilidad de extrapolar vuestro pensamiento y reconocer vuestros caminos
cósmicos. Claro, no estamos hablando de materia densa, no estamos hablando de
átomos y moléculas, estamos hablando de un pensamiento trascendente, aquel al
que el ego no le es posible acceder.
Por eso mi
introducción ha ido hacia ese aspecto, estamos, pues, interesados en
transmitiros mucha más vibración. Una vibración que no cuenta con una densidad
atómica, sino que cuenta con la bondad de vuestros corazones, con la realidad
de vuestras réplicas, con la hermandad. Especialmente con la hermandad de
Tseyor.
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