MENSAJES
DESDE LAS ESTRELLAS
***
Amados hermanos, mucho gusto de saludarles.
Compartimos con mucho
cariño, el comunicado 1052 del H.M. Rasbek, del 30 de abril de 2020,
titulado: Aceptemos Nuestros
Orígenes, de
la monografía del Grupo Tseyor: En Tiempos de Contingencia, que
recopila los comunicados dados por nuestros amados hermanos
mayores, durante la etapa de confinamiento a raíz de la pandemia de
Covid-19.
Enlace de la monografía: http://tseyor.org/biblioteca/libros/en-tiempos-de-contingencia.html?cat=Listado%20(A-Z)*
Con amor,
Casa Tseyor en Perú
* * * * * * *
EN TIEMPOS DE
CONTINGENCIA
11) COM. 1052. ACEPTEMOS NUESTROS ORÍGENES
Colegas, soy Rasbek.
A veces, y muchas veces,
tiene uno o un grupo o una sociedad, que oír o ver en la parte exterior, eso es
en el exterior, algo acerca de sí mismo o de sí misma, para llevar a cabo una
determinada operación o actividad. En definitiva, parece ser que nos falta
criterio propio, seguridad tal vez, o vayamos a saber qué, para consolidarnos
verdaderamente en el convencimiento de nuestra manera de ser, de nuestra
procedencia, de nuestro pensar, actuar, etc., etc.
Tal vez, también, queremos
actuar de manera que los demás vean lo buenos que somos, lo fantásticos que
somos como personas, como personajes más bien de un teatro que incluso nosotros
mismos sabemos que lo es, que es una pantomima, pero que se sigue el rol
habitual de hacer aquello que los demás hacen.
Y los demás, si su
propaganda es sobre tal o cual cosa, o eslogan, pues nosotros haremos lo mismo,
y nos plantearemos la igualdad en cuanto a mimetismo, y actuaremos igual. Y
además comprobaremos en qué situación están las modas, para ir conforme a
ellas, las costumbres, la manera de ser de las gentes, y copiaremos y
mimetizaremos.
Y así no nos destacaremos
de esa masa gris uniforme que muchos, mejor dicho, un grupúsculo, quiere que
seamos todo el planeta, toda la civilización. No importa en qué cultura estemos
viviendo, qué conocimientos tengamos sobre la vida y sus circunstancias, qué
lengua o idioma hablemos, etc., etc. No importa.
Si la moda es ir de frac,
vestiremos los hombres de frac y las mujeres de largo, o minifalda si es
preciso, porque la moda es así. Así podremos o intentaremos que sea un indígena
del Amazonas, por ejemplo, igual a nosotros, si nosotros estamos con la
costumbre de organizar nuestra vida social en frac, o en vestido largo o en
minifalda las mujeres, etc., etc.
Pretendemos unificar y que
todo el mundo sea igual, igual a un patrón que habremos elegido como propio, y
de esta forma obligaremos a los demás a que sean como nosotros.
Lo mismo pasa en las
propias sociedades, y en las organizaciones sociales de todo tipo. Hay un
patrón y dicho patrón funciona o funciona según algunos, bien, aunque en
definitiva pueda perjudicar a una gran mayoría. Pero si funciona bien mediante
los propios intereses de quien en ese momento está organizando el espectáculo,
el teatro propiamente, al que me he referido, pues estará bien, y aplicaremos
dicha doctrina, dicho pensamiento, dicho accionar. Y así todos contentos, o al
menos habremos de representarlo.
Claro que en una sociedad
dictatorial, si en la pirámide, en la cúspide de la misma se ordena que todo el
mundo sea feliz, pues todo el mundo será feliz y sonreirá, y se mostrará con el
ejemplo físico de que se es muy feliz, y sonreirá a todo el mundo, aunque en
realidad no sea así y esté uno viviendo en la más absoluta desgracia social.
Pero eso no importa, porque esa desgracia social será de puertas adentro,
porque de puertas afuera, todo el mundo nos verá sonreír, ser felices y actuar
como tales.
Eso en una sociedad
dictatorial. Y las sociedades dictatoriales pueden ser de muy distinto signo, y
también procurarán, muchas de ellas, dar la sensación de que no lo son, pero en
el fondo lo son.
Porque ha llegado un momento,
amigos y amigas, hermanos y hermanas, que dado el volumen de población, dada la
ingente cantidad que se mueve de un sitio para otro, de una parte del
continente a otra, de una parte del mundo a otra, en cuestión de horas, y el
crecimiento que tiene la población en sí misma, obliga a quien no sabe
organizarse, a quien aprende de lo aprendido, a quien copia y mimetiza un
funcionamiento social determinado, a actuar en función de lo que ya sabe, de lo
que ya conoce y no puede extrapolar su pensamiento y funcionar de otra forma y
ayudar a la sociedad a hacerlo. Eso es, a cambiar.
Se habla mucho del cambio,
se dice que la sociedad ha de cambiar, pero nadie sabe cómo, o no puede.
Ahí es momento de
reflexionar, amigos, amigas, y verdaderamente se ha de cambiar. Y lo primero
que se ha de hacer para cambiar es la transparencia, es aportar a los nuestros,
a los que nos rodean, la sinceridad. La verdad de lo que pensamos, de lo que
somos, de lo que anhelamos que sea nuestra sociedad, nuestro entorno, desde nuestra
propia familia a los demás, hasta llegar a un conjunto social armónico, porque
el cambio es para llegar a las auténticas sociedades armónicas. No para la
continuidad, no para más de lo mismo.
Creo que esto empezáis a
entenderlo, porque más de lo mismo, pues ya lo tenéis delante. Estáis
confinados, estáis aislados, y cada vez lo estaréis más y lo seréis más. Eso
es, los habitantes de este planeta cada vez estarán más confinados, más
recluidos, y menos libres, aunque podamos pensar que esto es totalmente
incierto. ¿Cómo vamos a ser menos libres, si precisamente hemos abolido la
esclavitud y hemos dado libertad a todo el mundo, de pensamiento?
Pues ahí tenéis un ejemplo,
vais a estar o vamos a estar confinados, temerosos, y altamente en estado de
alerta, constantemente. Por algo tan simple, pero a la vez tan poderoso como
pueda ser un virus. Sumándole el miedo y añadiéndole también la falta de
preparación y el descuido, la despreocupación. Ajustándonos a un patrón
preestablecido, que en realidad es como decir: “pan para hoy y hambre para
mañana.”
Si hoy nos comemos todo el
pan de la despensa, todo el alimento, pero no procuramos que a su vez germinen
nuevas simientes, si hoy no procuramos cambiar de pensamiento y transformarnos,
y nos da igual, exactamente igual, y no apreciamos una buena obra de arte, el
teatro, la música…, si no apreciamos todo eso y únicamente nos remitimos al
disfrute de los sentidos, al disfrute rápido y “a otra cosa, mariposa”, en
realidad estamos oscureciéndonos, entrando en un peligroso oscurantismo y obvio
que el mismo nos lleve a la reclusión y al confinamiento. Porque por sí mismos
no podemos actuar, mejor dicho, no sabemos actuar ni accionar, y somos
incapaces de crear nada que no sea el mimetismo y seguir la moda, las costumbres
y el disfrute por el propio disfrute, sin más.
Así que, si antes me he
referido a la transparencia, y que realmente sepamos reconocer, en principio,
nuestros propios orígenes, esta es la parte más importante: reconocernos en
nuestros orígenes y muy especialmente no avergonzarnos de ellos. Hemos nacido
en este mundo, estamos aquí y tenemos este pensamiento y esta situación,
aceptémoslo, no nos disfracemos de otra cosa que no sea de nosotros mismos. El
principio de la transparencia empieza por aquí, valga la redundancia, seamos
sinceros.
Y concretando el tema en
Tseyor, en el grupo Tseyor, aceptemos nuestros orígenes. ¿Cuáles son nuestros
orígenes? Nuestros orígenes están en el planteamiento extraterrestre.
Si realmente queremos ser
transparentes, si realmente comprendemos lo que estamos diciendo, y el lugar en
el que nos hemos radicado actualmente, que es en este grupo Tseyor, si
realmente somos sinceros y anhelamos el cambio, tendremos que aceptar que
provenimos de un pensamiento extraterrestre. Sí, porque toda su literatura está
en un mismo fractal, un fractal que toma su base del principio extraterrestre.
Claro que, nos fijamos en
el exterior, en la parte externa, y la misma no cree o no quiere creer o quiere
dar a entender que no cree en el origen extraterrestre de determinados grupos
de contacto y, tal vez por esa sensación que puedan tener en el exterior al
respecto, nos avergonzamos de ser quiénes somos y obviamos la coletilla o el
adjetivo de grupo extraterrestre.
Podemos decir que
somos un grupo de interiorización, que somos una ONG, que somos un grupo de
amigos aplicándonos en lo posible en la ayuda humanitaria, pero cuando hemos de
hablar de extraterrestres, ahí la cosa pues se desequilibra y nuestro
pensamiento se calla, y a otra cosa.
Entonces, amigos,
amigas, ved que habremos de buscar este planteamiento de sinceridad y de
transparencia, porque es nuestra base. Y sobre esta base de coincidencia, de
conocimiento, de preparación que habremos tenido y podemos tener, y de hecho
tendremos -y lo tendremos todos aquellos y aquellas que realmente se planteen
el cambio que por naturaleza es necesario llevar a cabo-, nos emplearemos en lo
primero, diciendo: somos un grupo de contacto extraterrestre.
Sí, amigos, y no
tardaremos mucho en que nos avergoncemos de haberlo ocultado, que muchos lo
hayan ocultado, que muchos os hayáis ocultado y dado marcha atrás cuando os
habéis enterado de que el origen de Tseyor es extraterrestre.
Y muchos y muchas de
vosotros y vosotras, habréis perdido un precioso tiempo porque os habréis
fijado en las apariencias, en las modas, en el pensamiento circundante, y no
habréis tenido en cuenta vuestro propio pensamiento y vuestra propia forma de
pensar y actuar, de motu proprio.
Sí, os arrepentiréis
del tiempo perdido, y luego querréis obviamente adelantar tiempo, este tiempo
“perdido”, entre comillas, y poneros al día. Muchos lo lograrán, pero también
muchos otros tendrán que renunciar, porque el planteamiento de ahora, de la
energía de ahora, cada vez hará más difícil el acceso a planteamientos de esa
nueva era de conocimiento.
La vibración va avanzando a
pasos agigantados, muy rápido, cada energetización que se ofrece, por parte de
nuestro amado maestro Aium Om, energetización de piedras, agua, semillas y
demás, cada vez lo es con más fuerza, y los no afines, los que están
desconectados o lo han estado, los Sinhios, por ejemplo, para no ir más lejos,
a estos les costará mucho más ponerse al día, pero no porque no tengan interés
en ello, sino por vibración.
El efecto “querer es
poder”, en según qué casos, no funciona, y muy especialmente cuando ese querer
es egoico. Por lo tanto, el querer es poder en el ambiente, pero en el
ámbito espiritual no funciona así.
Pues bien, muchos, tal vez,
os habréis de arrepentir de no haber actuado por propia consciencia, aceptar
vuestros orígenes, aceptaros tal cual sois. Y tal cual sois y tal cual somos es
aceptar que somos unos auténticos ignorantes, que no sabemos absolutamente
nada. Claro, no sabemos absolutamente nada en relación a la cantidad de saber
que nos queda pendiente, que es infinito, y así es.
Pero eso no ha de ser óbice
para que seamos sinceros, para que seamos transparentes, para que nos aceptemos
tal cual somos, y humildemente pidamos a la energía que no nos abandone, que
nos apoye, que nos tutele.
Es entonces cuando
realmente la energía actúa, es entonces cuando se abren las puertas
interdimensionales, es entonces cuando nos damos cuenta, en la intermitencia
cuántica, que existe un mundo infinito por correspondernos, para conocerlo
perfectamente, para situarnos en él y aplicarnos años, cientos de años, en
cualquier otra cuestión que aquí, únicamente, habremos invertido un segundo.
Cuando todo eso se alcanza,
pero con transparencia, con la humildad suficiente como para reconocer de dónde
venimos, y en Tseyor cómo hemos aprendido y de quién, y de qué lado hemos
aprendido, que creyendo aun y todo que no sabemos nada, vamos siguiendo por ese
camino sin camino, entonces verdaderamente el mundo se abre.
Y repito, nos arrepentiremos
en más de una ocasión muchos, por haber obviado el reconocimiento
extraterrestre, cuando ya, en estos momentos, la cuestión es que no puede
ocultarse tal fenómeno, porque es tanta la inquietud que existe en el mundo, es
tanto el movimiento hacia el cambio, tanta la inquietud del movimiento hacia el
cambio de estructuras, que realmente es un tema que no puede obviarse ni puede
ocultarse, ni puede considerarse ya secreto.
Porque ante la evidencia
está la realidad, y la realidad nos está indicando que pasó la época del
ocultismo, la época en la que todo se disfrazaba y que ahora viene una época de
transparencia.
Una transparencia que en
definitiva es el cambio que se preconiza. Y ante esto, la realidad es que es un
honor, y habréis de considerarlo así, poder participar de una actividad
espiritual, tutelados por un grupo de amigos, hermanos de la Confederación, que
lo único que pretenden es ayudar. Ayudar buenamente sin interferir, ayudar a
que vuestro pensamiento se posicione, humildemente, sencillamente, porque lo
demás lo aplicaréis vosotros, en vuestra particular concepción.
Los hermanos de la
Confederación no os han de enseñar absolutamente nada, como así lo hacemos, no
os enseñamos absolutamente nada, os damos herramientas para que lo descubráis
por vosotros mismos. Y tenéis el ejemplo en este pasado ejercicio, este último,
esta última extrapolación, la capacidad que tenéis de extrapolar vuestro
pensamiento, y la capacidad que tendréis, in crescendo, en la medida en
que os posicionéis en este fondo común de sinceridad y transparencia. No
ocultándoos ante la realidad de vosotros mismos, no avengonzándoos de vuestros
orígenes, al contrario, estar orgullosos de ellos, porque de ellos saldrá la
verdad.
Amados hermanos, os mando
un fuerte abrazo y el saludo afectuoso de los hermanos de la Base submarina de
Mazatlán.
Amor, Rasbek.
° ° ° ° ° ° °
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tus aportes son muy apreciados.