sábado, 19 de octubre de 2013

1) “Símbolos del Puzle Holográfico Cuántico” – INTRODUCCIÓN

MENSAJES DESDE LAS ESTRELLAS
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Hola amados Hermanos:
Comparto con cariño transcripciones de la Monografía “SÍMBOLOS DEL PUZLE HOLOGRÁFICO CUÁNTICO”, que podemos hallar en nuestra Biblioteca www.tseyor.com


Con amor,
Noventa PM
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Esos nombres, dados a cada uno de
vosotros, no han sido por azar, como en alguna ocasión
ya se ha indicado. Cada uno tiene un significado intrínseco,
y descubriéndolo investigando os dará respuestas a todos y a cada
uno de vosotros. En mi caso personal no puedo aclarar significados,
tan solo sugerir significados. Porque es una labor vuestra
de esfuerzo, de estudio. Es un trabajo evolutivo,
es un trabajo de conjunción.

Shilcars

1) “Símbolos del Puzle Holográfico Cuántico” – INTRODUCCIÓN

1. INTRODUCCIÓN


            Los símbolos que forman el puzle holográfico cuántico los hemos recibido en el proceso de iniciación al primer nivel del Curso de transmisión de energías que hemos realizado, y con posterioridad en los sucesivos Cursos holísticos de Tseyor. Nos lo han transmitido nuestros hermanos del cosmos, concretamente Shilcars. Este nombre lo ha elegido nuestra réplica auténtica en la adimensionalidad, y tiene una relación directa con nuestro nombre cósmico. Todos los símbolos están recopilados en la nave Tseyor, y allí podemos consultarlos igualmente. 

            El puzle de los nombres o símbolos que nos han transmitido nuestros hermanos del cosmos es un puzle holográfico cuántico, en el que cada nombre contiene a la totalidad del puzle, por eso es holográfico. Y es cuántico en el sentido de que cada nombre es una micropartícula del universo, que se corresponde con la micropartícula originaria del cosmos. Por tanto, el puzle es un conjunto de micropartículas que se pueden reducir a una sola, a la originaria micropartícula con la que el Absoluto se manifestó en el multiverso. Por ello, cuando el puzle esté formado en la mente de cada uno se fundirá en una esfera de luz blanca, en la unidad del Absoluto indiferenciado, todo consciencia y luz.

            De todas maneras, antes hay que reconstruir el puzle en cada una de sus piezas, saborear sus significados parciales, que recogen una faceta individualizada de la unidad originaria. Esta infinita diversidad de manifestaciones, de cada una de las partículas o nombres del puzle, es una alegoría del propio cosmos, en el que el Absoluto se manifiesta diversificándose, para al final reencontrarse en la unidad originaria.

            En la comprensión del significado de cada nombre no hay que perder de vista el conjunto del puzle, pues al fin y al cabo, cada nombre es una pequeña pieza de un gran conjunto, en donde encaja.

            Nos podríamos preguntar cómo encajar las piezas del puzle, cuál es el modelo que nos permita guiar la colocación de las piezas del puzle. En realidad, este puzle no es a modo de mosaico, como lo son los puzles tridimensionales. Este es un puzle cuántico, adimensional, que no se dispone así.

            Hay que entender que cada pieza tiene correspondencia con otras piezas y por extensión con todas las piezas. Las combinaciones de piezas para armar el puzle son ilimitadas. Podemos proceder por proximidad semántica, pero también buscando relaciones lógicas o intuitivas entre las piezas. Nuestros hermanos nos indicaron que dispusiéramos cada nombre en un triángulo dentro de una esfera que los contuviera a todos. 

            De esta forma podríamos ir disponiendo las piezas en el interior de esa esfera, y establecer conexiones múltiples entre ellas, de la misma forma en que las neuronas de nuestro cerebro se relaciones por medio de múltiples conexiones e interconexiones. Cuantas más conexiones se establezcan más conocimiento se adquiere.

            De esta forma, el puzle puede tomar visos de una enciclopedia, pues los símbolos abarcan todas las áreas semánticas, como puede verse en el árbol de categorías semánticas, en este trabajo.

            Si bien esta no es la única forma de representarse las interrelaciones del puzle, es una de ellas, y su estructura de árbol nos acerca a algunos de los símbolos, los que tienen nombre de árbol, ya que el árbol es un símbolo y un recipiente de símbolos.

            El puzle holográfico cuántico es además un juego, como todo puzle, y nos sirve para jugar, buscando relaciones entre los nombres, y estableciendo analogías. Este es un juego casi infinito. Podríamos disponer los símbolos en vértices de polígonos o figuras geométricas, en las aristas de un fractal, en los nódulos de una cadena de ADN formando cromosomas, etc.

            Jugar a estas relaciones va desarrollando nuestra mente, integrando realidades diversas pero en el fondo idénticas, creando lazos de hermandad entre los símbolos, y preparando la fusión final de todos los símbolos en esa esfera de luz blanca, que es la esfera de la conciencia, del amor y de la verdad.  

            La obra está divida en cuatro partes. La primera recoge todas las indicaciones y orientaciones que nos ha dado Shilcars sobre el puzle holográfico cuántico. Aparecen tal como fueron dadas, sin un orden especial, pues el acceso al puzle es más intuitivo que racional. Y se pueden leer de forma seguida o a saltos, guiados por un azar que no es tal.

            La segunda parte corresponde a la ordenación alfabética de la definición de algunos símbolos que ha dado nuestro maestro. No están todos, porque no hemos preguntado por todos, y no siempre que hemos preguntado por un símbolo ha respondido. Pues él sabe que las respuestas están en nosotros mismos, y en todo caso  ayuda a aquellos que tienen mayores dificultades para encontrar el significado de sus símbolos.

            La tercera parte es la ordenación de todos los símbolos recibidos hasta el momento en un árbol de categorías y subcategorías semánticas, donde aparecen en forma de listado dentro de cada categoría. Esta ordenación no es definitiva, sino aproximativa, pues de hecho un mismo símbolo es susceptible de aparecer en diversas categorías, pero lo hemos situado en una sola, adoptando como guía de ordenación el significado más inmediato y menos simbólico del nombre.

            Por último, aparecen todos los nombres otorgados, ordenados alfabéticamente, para facilitar la consulta rápida de los mismos, y poder comprobar si existe o no existe un nombre entre los símbolos del puzle holográfico cuántico.

            Los símbolos se pueden traducir a notar musicales, estableciendo una equivalencia entre letras y notas, y de esta forma escuchar el valor musical de los nombres, incluso combinar varios nombres para formar una melodía más amplia. Hay programas que permiten hacerlo de forma automática, aunque la melodía que se obtiene es algo estereotipada. Este aspecto musical del puzle es adecuado sobre todo para aquellos que posean conocimientos musicales.         
  
            Este es pues un juego en serio, como son todos los juegos. Que disfrutéis con él.


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