MENSAJES DESDE LAS ESTRELLAS
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Hola amados
Hermanos:
Comparto con cariño transcripciones
de la Monografía “SÍMBOLOS DEL
PUZLE HOLOGRÁFICO CUÁNTICO”, que podemos hallar en
nuestra Biblioteca www.tseyor.com
Con amor,
Noventa
PM
__________
Esos nombres, dados a cada uno de
vosotros, no han sido por azar, como en alguna ocasión
ya se ha indicado. Cada uno tiene un significado intrínseco,
y descubriéndolo investigando os dará respuestas a todos y a
cada
uno de vosotros. En mi caso personal no puedo aclarar
significados,
tan solo sugerir significados. Porque es una labor vuestra
de esfuerzo, de estudio. Es un trabajo evolutivo,
es un trabajo de conjunción.
Shilcars
1) “Símbolos del Puzle
Holográfico Cuántico” – INTRODUCCIÓN
1. INTRODUCCIÓN
Los símbolos que forman el puzle
holográfico cuántico los hemos recibido en el proceso de iniciación al primer
nivel del Curso de transmisión de energías que hemos realizado, y con
posterioridad en los sucesivos Cursos holísticos de Tseyor. Nos lo han
transmitido nuestros hermanos del cosmos, concretamente Shilcars. Este nombre
lo ha elegido nuestra réplica auténtica en la adimensionalidad, y tiene una
relación directa con nuestro nombre cósmico. Todos los símbolos están
recopilados en la nave Tseyor, y allí podemos consultarlos igualmente.
El puzle de los nombres o símbolos
que nos han transmitido nuestros hermanos del cosmos es un puzle holográfico
cuántico, en el que cada nombre contiene a la totalidad del puzle, por eso es
holográfico. Y es cuántico en el sentido de que cada nombre es una
micropartícula del universo, que se corresponde con la micropartícula
originaria del cosmos. Por tanto, el puzle es un conjunto de micropartículas
que se pueden reducir a una sola, a la originaria micropartícula con la que el
Absoluto se manifestó en el multiverso. Por ello, cuando el puzle esté formado
en la mente de cada uno se fundirá en una esfera de luz blanca, en la unidad
del Absoluto indiferenciado, todo consciencia y luz.
De todas maneras, antes hay que
reconstruir el puzle en cada una de sus piezas, saborear sus significados
parciales, que recogen una faceta individualizada de la unidad originaria. Esta
infinita diversidad de manifestaciones, de cada una de las partículas o nombres
del puzle, es una alegoría del propio cosmos, en el que el Absoluto se
manifiesta diversificándose, para al final reencontrarse en la unidad
originaria.
En la comprensión del significado de
cada nombre no hay que perder de vista el conjunto del puzle, pues al fin y al
cabo, cada nombre es una pequeña pieza de un gran conjunto, en donde encaja.
Nos podríamos preguntar cómo encajar
las piezas del puzle, cuál es el modelo que nos permita guiar la colocación de
las piezas del puzle. En realidad, este puzle no es a modo de mosaico, como lo
son los puzles tridimensionales. Este es un puzle cuántico, adimensional, que
no se dispone así.
Hay que entender que cada pieza
tiene correspondencia con otras piezas y por extensión con todas las piezas.
Las combinaciones de piezas para armar el puzle son ilimitadas. Podemos
proceder por proximidad semántica, pero también buscando relaciones lógicas o
intuitivas entre las piezas. Nuestros hermanos nos indicaron que dispusiéramos
cada nombre en un triángulo dentro de una esfera que los contuviera a
todos.
De esta forma podríamos ir
disponiendo las piezas en el interior de esa esfera, y establecer conexiones
múltiples entre ellas, de la misma forma en que las neuronas de nuestro cerebro
se relaciones por medio de múltiples conexiones e interconexiones. Cuantas más
conexiones se establezcan más conocimiento se adquiere.
De esta forma, el puzle puede tomar
visos de una enciclopedia, pues los símbolos abarcan todas las áreas
semánticas, como puede verse en el árbol de categorías semánticas, en este
trabajo.
Si bien esta no es la única forma de
representarse las interrelaciones del puzle, es una de ellas, y su estructura
de árbol nos acerca a algunos de los símbolos, los que tienen nombre de árbol,
ya que el árbol es un símbolo y un recipiente de símbolos.
El puzle holográfico cuántico es
además un juego, como todo puzle, y nos sirve para jugar, buscando relaciones
entre los nombres, y estableciendo analogías. Este es un juego casi infinito.
Podríamos disponer los símbolos en vértices de polígonos o figuras geométricas,
en las aristas de un fractal, en los nódulos de una cadena de ADN formando
cromosomas, etc.
Jugar a estas relaciones va
desarrollando nuestra mente, integrando realidades diversas pero en el fondo
idénticas, creando lazos de hermandad entre los símbolos, y preparando la
fusión final de todos los símbolos en esa esfera de luz blanca, que es la
esfera de la conciencia, del amor y de la verdad.
La
obra está divida en cuatro partes. La primera recoge todas las indicaciones y
orientaciones que nos ha dado Shilcars sobre el puzle holográfico cuántico.
Aparecen tal como fueron dadas, sin un orden especial, pues el acceso al puzle
es más intuitivo que racional. Y se pueden leer de forma seguida o a saltos,
guiados por un azar que no es tal.
La
segunda parte corresponde a la ordenación alfabética de la definición de
algunos símbolos que ha dado nuestro maestro. No están todos, porque no hemos
preguntado por todos, y no siempre que hemos preguntado por un símbolo ha
respondido. Pues él sabe que las respuestas están en nosotros mismos, y en todo
caso ayuda a aquellos que tienen mayores
dificultades para encontrar el significado de sus símbolos.
La
tercera parte es la ordenación de todos los símbolos recibidos hasta el momento
en un árbol de categorías y subcategorías semánticas, donde aparecen en forma
de listado dentro de cada categoría. Esta ordenación no es definitiva, sino
aproximativa, pues de hecho un mismo símbolo es susceptible de aparecer en
diversas categorías, pero lo hemos situado en una sola, adoptando como guía de
ordenación el significado más inmediato y menos simbólico del nombre.
Por
último, aparecen todos los nombres otorgados, ordenados alfabéticamente, para
facilitar la consulta rápida de los mismos, y poder comprobar si existe o no
existe un nombre entre los símbolos del puzle holográfico cuántico.
Los
símbolos se pueden traducir a notar musicales, estableciendo una equivalencia
entre letras y notas, y de esta forma escuchar el valor musical de los nombres,
incluso combinar varios nombres para formar una melodía más amplia. Hay
programas que permiten hacerlo de forma automática, aunque la melodía que se
obtiene es algo estereotipada. Este aspecto musical del puzle es adecuado sobre
todo para aquellos que posean conocimientos musicales.
Este
es pues un juego en serio, como son todos los juegos. Que disfrutéis con él.
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