33) “Las Infradimensiones”– CONCLUSIONES

MENSAJES DESDE LAS ESTRELLAS

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Hola amados Hermanos:

Comparto con cariño transcripciones de la Monografía “LAS INFRADIMENSIONES. EL PENSAMIENTO: UN ARMA DE DOBLE FILO”, quepodemos hallar en nuestra Biblioteca www.tseyor.com

El enlace es: http://www.tseyor.com/biblioteca/Las%20infradimensiones.pdf

Con amor,

Noventa PM

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”Cualquier manifestación es nuestra

propia manifestación, y esos demonios, esos

bajos astrales, esos pensamientos a los que tenemos

acceso, son nuestros propios submundos, nuestra propia

creación mental, nuestro delirio. Ahí está la clave, por

eso decimos que somos un mundo y, comprendiendo

nuestro propio mundo, comprenderemos

el mundo.”

                                                          

Shilcars

33) “Las Infradimensiones”– CONCLUSIONES

6. CONCLUSIONES

El panorama que nos ofrecen las infradimensiones no es demasiado alentador. Hay personas que sienten una cierta curiosidad, morbosa, sobre estos temas. Determinadas obras literarias y películas se dedican a cultivar estos pensamientos, las obras de terror, vampirismo, monstruos de toda naturaleza. De alguna forma hay algo en los submundos que atrae a nuestro ego, pues el ego también cultiva una parcela de infrarrealidad.

Sin embargo, tenemos que ser cuidadosos sobre los lugares que habita nuestro pensamiento. Pues esta curiosidad morbosa nos puede llevar a experiencias indeseables. El mundo de la droga participa en esta tendencia. Muchas drogas permiten estas experiencias de extrapolación mental a los submundos, y se narran vivencias poco alentadoras.

Nuestro acceso a la adimensionalidad, en cambio, debería ser limpio y puro, equilibrado, libre de todo deseo y ambición. Es la única forma de que nuestra experiencia adimensional sea una experiencia de libertad, de amor, de trascendencia.

La información que nos han proporcionado sobre los submundos es a modo de advertencia de los riesgos psicológicos que conlleva cultivar una familiaridad con ellos. Salvo que esta sea para rescatar a aquellas mentes que de alguna forma han quedado atrapadas en los submundos. Pero en este caso hemos de dotarnos de mucho equilibrio y fuerza interior para no sucumbir en este acercamiento.

Curiosamente, en este final de la Edad de Hierro, cuando nos estamos aproximando a la Edad de Oro, una época de confusión y de caos, la mezcla de mundos interdimensionales es cada vez mayor. Pero esta mezcolanza es provisional y no debe desalentarnos. Forma parte del proceso de transición y de transmutación. Veremos la luz y la oscuridad muy próximas, pero no debemos confundirnos ni dejarnos llevar por el desaliento o la confusión.

            Aquí se pide ante todo hermandad, autoobservación, atención sostenida, discernimiento. En todo momento sabremos distinguir cuáles son nuestros pensamientos objetivos, desapasionados, equilibrados, armoniosos, de aquellos que estén contaminados de apego o animadversión, los pensamientos subjetivos.

            Tenemos que limpiar nuestra sombra, liberarnos de la participación en los submundos que hayamos cultivado de forma consciente o inconsciente, pues es la única manera que nos alcance la verdad y la elevación a esferas de mayor vibración y consciencia.

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