***
Amados hermanos, mucho gusto de saludarles.
Compartimos con mucho cariño, el comunicado 1051 del H.M. Shilcars, del 24 de
abril de 2020, titulado: El Baksaj es
muy Fácil Transmitirlo a los Demás, de
la monografía del Grupo Tseyor: En Tiempos de Contingencia, que recopila los comunicados dados por nuestros amados hermanos
mayores, durante la etapa de confinamiento a raíz de la pandemia de
Covid-19.
Enlace de la monografía: http://tseyor.org/biblioteca/libros/en-tiempos-de-contingencia.html?cat=Listado%20(A-Z)*
Con amor,
Casa Tseyor en Perú
* * * * * * *
EN TIEMPOS DE
CONTINGENCIA
8) COM. 1051. EL BAKSAJ ES MUY FÁCIL TRANSMITIRLO A LOS DEMÁS
Colegas, soy Rasbek. En
comandita con mis demás compañeros de las bases, aquí en la Tierra.
Hay un dicho popular, que
nos dice: “dime con quién andas y te diré quién eres”. Y tiene mucha razón de
ser y de analizarse, profundamente.
Verdaderamente, el baksaj
de todos y cada uno de nosotros es muy fácil transmitirlo a los demás, cuando
los demás también, de alguna manera, se descuidan, van despistados por la vida,
un poco confusos, tal vez bohemios. Y puede también que con ciertos ideales de
ayuda humanitaria.
Todo ello nos conforma a
muchos, nosotros hemos pasado por aquí porque verdaderamente los de las bases
generalmente hemos salido de esa masa gris, amorfa, con la que se denomina a
esta sociedad, que ni es gris, ni es amorfa, ni es masa, sino que es un
conjunto de individuos y en el que cada uno tiene su propio mundo, vive en su
propio mundo, y experimenta en su propio mundo.
Visto desde la perspectiva
de un tercero, aparecerá como una masa gris e incluso se pensará, por los más
ignorantes o neófitos en la materia, que esta es la realidad, de que puede
manipularse, de que puede confundirse, dispersarse. Por eso tiene tanto éxito el
baksaj, el que conocemos en Tseyor. Y creo que ninguna otra filosofía de estas
características, esotérica, por cierto, no tan implicada en el sistema profundo
y de interiorización de Tseyor, puede entender.
Realmente, si habláis de
baksaj en otros fractales, tal vez os pregunten de qué se trata, qué es, cómo
actúa, porque seguramente no tendrán ni remota aproximación de lo que ello
significa, pero en Tseyor sí lo sabemos y lo tenemos muy claro, todos y cada
uno de nosotros, lo que es el baksaj. Primeramente porque es algo que nuestros
ancestros sabían, y como muchas de las cosas que nuestros ancestros sabían, se
han perdido, y ahí está parte de nuestra ignorancia.
Estoy hablando a una
mayoría de elementos que son voluntarios. Algunos habrá de carácter autóctono,
pero será una minoría, por lo tanto, aun así tengo que homologar esta
definición para todos, porque es y va dirigido a todos. Porque tanto los
voluntarios como los autóctonos tienen que pasar por un largo proceso de
perfeccionamiento del pensamiento, unos para entender verdaderamente cuál es su
labor, su misión, su funcionamiento aquí, en esta 3D, por propia voluntad de
estar aquí, y otros que esperan precisamente una claridad, ya sea personal o
por medio de la ayuda de dichos voluntarios, y “forzados” también, desde luego.
Por eso es importante que
valoremos la denominación y el hecho de que sabemos que existe un baksaj, y
dicho baksaj se conforma muchas veces por no estar preparados, seguramente por
razones de edad y otras por descuido cuando ya se tiene la mayoría de edad.
Y mayormente por interés en
asumir el pensamiento de otros y otras que, tal vez, hayan triunfado en la
vida, en el aspecto material, y asumimos su baksaj porque interesa reconocer si
su triunfo puede ser el nuestro también. Véase oficios, negocios, representaciones
de todo tipo, que destacan o pueden hacerlo en algo, el estatus social de la
persona o del elemento en cuestión.
Así que valoremos el baksaj
como un agregado que hemos permitido, voluntaria o involuntariamente, que se
acerque a nosotros y tornasole nuestra consciencia y la esconda cada vez más en
un profundo pozo de oscurantismo, hasta que nos lleve a la ceguera.
Si a esto le sumamos la
frase del principio, “dime con quién vas y te diré quién eres”, ahí agravamos
la situación si nos rodeamos de personajes con un cierto oscurantismo, con un
mucho de desconocimiento y de ignorancia, y de confusión y de dispersión. Entonces,
ahí, agravamos como digo el asunto y nuestra personalidad, un día bella,
transparente en lo posible, está ahora oscurecida por una serie de
transformaciones voluntarias e involuntarias.
Y también, en el caso que
nos ocupa, voluntarias. Porque habremos escogido qué clase de compañías tenemos
a nuestro alrededor. Y accedemos a ellas y las deseamos a nuestro alrededor y a
nuestro alcance y que nos provean de un éxito futuro, de un brillante
desarrollo intelectual, puramente, porque es eso a lo que podemos aspirar
absorbiendo y aceptando la presencia de elementos que sabemos positivamente que
nos están afectando y trasladando su baksaj, muy sutilmente tal vez, en muchas
ocasiones. Pero de algo somos conscientes, sin embargo lo toleramos. ¡Qué
curioso!
Toleramos que se nos invada
de baksaj, y en cambio no aceptamos que se nos explique la realidad de una
situación y que muchos de nosotros seamos ese espejo de nosotros mismos para
corregir, mejorar, modificar trayectorias, y muchas veces con acierto.
Entonces, a la vista están todos
esos aspectos que son básicos para que el elemento pueda funcionar con cierto
libre albedrío y sea consciente de cómo ha de hacerlo. Y también sea consciente
cuándo ha de cortar realmente con esas amistades, conocidos, compañeros y
compañeras de ruta tal vez también.
Y saberlo hacer
elegantemente, diplomáticamente, como correspondería a un buen embajador, y decir
¡basta!, hasta aquí está bien, ha estado muy bien, pero a partir de ahora voy a
ser yo quien dirija mi vida y desarrolle mis circunstancias. Pero no voy a
aceptar, por parte de nadie, que se altere mi psicología y se inunde aún más y
más de confusión mi mente y se anule, por tal motivo, mi consciencia al extremo
de perderme en diatribas y en situaciones de oscurantismo.
Así que ha de ser uno mismo
quien ha de darse cuenta en qué posición está su propia persona, y más cuando
se es el espejo de los demás, cuando además una inmensa mayoría ha aceptado el
que pueda ser embajador, digamos embajador, representante, emisario de un
colectivo tan interesante, aunque no lo parezca, de un pequeño colectivo,
microscópico colectivo, pero con un potencial que tarde o temprano arrasará
consciencias y traerá la luz a muchas de ellas.
Para que todo eso sea
menester, se necesita decir basta, el individuo como tal, el hombre y la mujer,
como tales, han de saber cortar, y en base a esta frase que he dicho al
principio, averiguar, cada uno de nosotros, en qué situación está. Con quién
andamos, con quién hablamos, con quién nos reunimos, con quién manifestamos
nuestras inquietudes, aparte claro esta del propio fractal de Tseyor.
Y si hay alguno o alguna
que esté libre de este sentimiento, de esta relación, que lo diga, y nuestra
boca, la de los representantes de las bases, aquí, en este planeta, callará. De
lo contrario, que cada uno se haga su propio examen de consciencia y procure analizar
muy bien con quién anda, y no le vamos a decir quién es ni quién eres, se lo
habrá de decir cada uno en su particular confesión interna, reflexión profunda.
Y tal vez así ayudaremos,
por medio de los campos morfogenéticos, a corregirnos todos y cada uno de
nosotros, porque por medio de la comprensión habremos comprendido y al
comprender transmutado y corregido y, con ello, alumbrado consciencias.
Por lo tanto, si estamos
ciegos, si no vemos, si estamos sordos, si no oímos, y no vemos porque no
queremos y no oímos porque no queremos, quiere decir que aquí hay un grave
problema.
Porque amigos, amigas, si a
estas alturas de cómo está vuestro mundo, que es el nuestro también, si después
de estar confinados, durante días y días en vuestros hogares, con el miedo,
bajo la espada de Damocles, aún no os habéis percatado de que algo grave está
sucediendo en vuestro mundo, y que requiere de vuestra atención, por ello, habrá
de quedar muy claro en vuestro pensamiento qué es lo que queréis en Tseyor. Y
si queréis claridad, no mezcléis.
Si queréis ayuda, ayudad a
los demás, ayudadlos verdaderamente con las herramientas que tengáis, que
dispongáis, y que tenéis y que disponéis en Tseyor, única y exclusivamente.
Porque realmente son fabulosas, son fantásticas, son efectivas, pero habréis de
creer en ello. Y para creer en ello, habréis de adentraros en la filosofía
tseyoriana y retroalimentaros debidamente.
Pero, repito, no mezcléis,
porque si realmente aún a estas alturas tampoco sabéis lo que es no mezclar
fractales, es que realmente necesitáis un buen repaso por vuestra parte. Y
mirad que os hablamos así porque es la confianza que os tenemos, y nuestro
rango nos lo permite, este acercamiento y esta sinceridad.
Estáis prisioneros y en la
medida en que avanzáis lo sois más, os dejáis enlazar peligrosamente por la
serpiente de la fábula, sois tigres, mejor dicho, águilas, potentes águilas
voladoras y os habéis dejado apresar, por incautos.
Así que reflexionad, y
tolerancia cero. Sed claros en vuestras exposiciones, y tanto unos como otros
reflexionad, pero cambiad ya, puesto que ahora es el momento, porque si no
cambiáis ahora, con la facilidad que tenéis de hacerlo, con la libertad que
tenéis en vuestras manos aún para hacerlo, no lo haréis nunca.
Y puede que sí os
convirtáis en una masa gris amorfa, si realmente no aprovecháis el tiempo,
clarificáis vuestro espacio mental y unificáis en un solo pensamiento vuestra
capacidad de acción, cual es la atención pura y simple en el fractal de Tseyor.
Amados hermanos y hermanas,
un saludo de todos nosotros.
Amor, Rasbek.
° ° ° ° ° ° °
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tus aportes son muy apreciados.