martes, 9 de junio de 2020

2) EN TIEMPOS DE CONTINGENCIA - LOS EFECTOS DE UNA CAUSA


MENSAJES DESDE LAS ESTRELLAS

***


   Amados hermanos, mucho gusto de saludarles. Compartimos con mucho cariño, el comunicado TAP 133 de la H.M. Noiwanak, titulado: Los Efectos de una Causa, de la monografía del Grupo Tseyor: En Tiempos de Contingencia, que recopila los comunicados dados por nuestros amados hermanos mayores, durante la etapa de confinamiento a raíz de la pandemia de Covid-19. 

Enlace de la monografía: http://tseyor.org/biblioteca/libros/en-tiempos-de-contingencia.html?cat=Listado%20(A-Z)* 


Con amor, 
Casa Tseyor en Perú


* * * * * * *



EN TIEMPOS DE CONTINGENCIA


TAP 133. LOS EFECTOS DE UNA CAUSA






Amados soy Noiwanak.

De acuerdo, no me olvido de mis Muulasterios, ni de mis Casas Tseyor, ni de mis amigos y amigas, hermanos y hermanas, del grupo.


Claro que me gustaría estar en otra situación. Y digo me gustaría estar en otra situación porque también me incluyo en vuestro quehacer, en vuestra vida, en vuestras circunstancias.

           Comprendo muy bien lo que está sucediendo, también comprendo que vuestras miradas lo estén hacia la parte del efecto. Efectivamente efecto. Efecto producido por una causa y, evidentemente, no le damos o prestamos más atención a la causa, y sí a sus efectos.

      Como tampoco prestamos a veces mucha atención a nuestro accionar, que en el fondo podría decirse es o sería una causa. Y por ello, los efectos que se producen en dicho accionar, puede que no sean los adecuados. Y no lo habrán sido, tal vez muchas veces, por no haber reflexionado profundamente en la causa.

      Ahora, verdaderamente estamos en los efectos. Al ego, claro, obviamente le da mucha pena toda esta situación. Él vive de la pena, se alimenta de la pena, de los pesares, de la angustia...

       Sí, verdaderamente es así, es nuestro compañero de viaje, es nuestro otro yo menor, subjetivo, y en lugar de ser un gran aliado lo es al contrario, disfruta muchas veces del dolor, de la compasión, de la miseria, de la enfermedad. Parece mentira, pero así es.

          Y claro, efectivamente, estos efectos se producen por unas causas, que tal vez no habremos tenido demasiado en cuenta al accionarlas. Se han producido dichos efectos, y los mismos ahora son una suma de plañideras que lloran desesperadamente y que en definitiva buscan la compasión.

           Ello trae, además, una energía que es poco adecuada si lo que se pretende es avanzar en una vibración cada vez más alta. En un nivel vibracional debido a la transmutación, a la comprensión, al trabajo interior, y con todo ello obtener una vibración más alta.  

            Por lo tanto, las circunstancias de este momento nos invitan a tener en nosotros cierta melancolía, ciertos estados depresivos también, producto de la confusión, de la dispersión, de no habernos aún preparado lo suficiente como para que podamos reaccionar positivamente, cuando se nos mueve la silla o el asiento o la poltrona en la que nos afincamos y disfrutamos de nuestra zona de confort.

            Sí, efectivamente, ahora todo es angustia, pesar, decepción, y más de una depresión. Y, ¿podríamos decir también, un cierto escarmiento de la propia vida ante un pensamiento irracional, ante un comportamiento poco objetivo, ante un accionar desenfrenado? Todas estas preguntas podrían contestarse, y llegaríamos a la conclusión de que sí, efectivamente.

Ahora, estamos en un momento en el que podemos analizar verdaderamente la cuestión. Y podemos hacerlo precisamente porque nos da tiempo el medio. El medio, que ha procurado esta situación, al mismo tiempo nos permite reflexionar sobre la misma, sobre dicha situación y obtener conclusiones.

Si así lo hacemos, habremos ganado una batalla, no la guerra, pero sí una pequeña batalla entre nosotros mismos, con nosotros mismos, precisamente. Y así obtener más claridad mental, más comprensión, y puede, también, que ante esta circunstancia activemos mecanismos que nos sirvan para la transmutación.

En definitiva, puede que esta situación anómala no lo sea tanto en el fondo y nos sirva de experiencia. Y habrá valido la pena, cuando pase todo ello, toda esta situación, todas estas circunstancias, habrá valido la pena, experimentarlo.

Así, podemos pensar que interesa en nosotros autoobservación. Observar el medio cómo se mueve, cómo nos mueve, cómo nos acciona y lo que pretende, que en definitiva es manipularnos.

Este es un estado de autoobservación muy profundo, el que se requiere, pero evidentemente si sabemos aprovechar los instantes, y tenemos tiempo, podremos obtener sabrosas conclusiones y un perfecto y feliz final de todo ello.

Si por el contrario, únicamente nos sirve la situación para actuar de plañideras, llorando, sufriendo, viendo las desgracias de los demás como algo muy grave -y no le quito importancia porque la tiene, y habremos de apoyar todos el hombro para intentar mejorar la situación, eso por descontado-, si dejamos que nuestro pensamiento se identifique en la desgracia, mal vamos.

Hemos de ser valientes, hemos de ser fuertes, hemos de saber direccionar nuestra nave. De acuerdo, hay tempestades dificultando incluso maniobrar una nave como es la nuestra, una nave dominada precisamente por un sistema egoico, que tal vez disfrute de dicha situación en el fondo.

Por eso, actuemos con inteligencia, cumplamos con nuestra obligación. Se nos pide aislacionismo, ya vendrá tiempo de analizar dicho estado y el porqué se ha producido. Ahora nos indican nuestras autoridades que debemos mantener ese estado de aislacionismo, pues hagámoslo. Hagámoslo porque es una forma de concienciarnos todos y de agilizar un estado que puede llevarnos a recobrar la salud mucho más rápidamente, si así lo hacemos.

  Y repito, ya habrá momentos, otros momentos más interesantes para analizar la cuestión, porque de ello podremos obtener interesantes conclusiones.

También me gustaría añadir que, obviamente, los seres humanos, en este caso vosotros aquí, en este planeta y en esta 3D, disponéis de dos piernas, para andar, claro. Y ¿por qué el medio, los logos, el universo, el cosmos, os ha dotado de dos piernas para andar, y no de cuatro y no de ocho, o alas superrápidas para volar de un lado a otro del planeta en un instante?
Os ha puesto dos piernas para andar, para moveros en un determinado lugar o lugares, pero evidentemente no se os ha dotado de la facultad de ir de instante en instante de aquí para allá. ¿Habéis reflexionado sobre ello? ¿No habremos, y me incluyo en ello también, transgredido alguna ley al avanzar tan rápidamente en nuestra tecnología?

¿No habéis pensado, quizás, en esos viajes que se llevan a cabo de aquí para allá, que en horas puede uno dar la vuelta al mundo? Esto es impensable con dos piernas para andar, a lo sumo podríamos hacer unos determinados kilómetros al día, pero que en un día podamos rodear la Tierra y volver al mismo sitio, esto es tal vez, o puede serlo, transgresión.

Sí, efectivamente, transgresión, pero que podría no serlo si utilizáramos la cabeza, si utilizáramos mejor el corazón, si supiéramos, exactamente, el porqué nos movemos.

¿Vosotros no creéis que esas acciones masivas, de viajes de un lugar para otro, como trenes cargados de rebaños enteros o masas humanas, yendo de aquí para allá, alterando todos los procesos y los estados y las situaciones vivenciales de millones de seres que habitan otros lugares del planeta, no creéis que esto no es transgresión?

Ahora bien, en lugar de actuar como un rebaño, actuemos independientemente, con la mirada puesta en el conocimiento y el reconocimiento, con todo el respeto que es preciso cuando uno se aparta de su propio hábitat y aterriza en otro que no es el suyo. Ahí se necesita prudencia, pero sobre todo ha de evitarse la masificación.

Ciudades enteras están superpobladas, y las gentes que habitan en ellas cansadas de tantas caras nuevas que lo cambian todo, lo transgreden todo, lo dificultan todo, lo encarecen todo, y al final nada queda. Un bello recuerdo plasmado en una cámara, y nada más.

Porque ese viaje que se ha dado alrededor del mundo, tal vez por turismo, y nada contra el mismo, pero se ha dado la vuelta al mundo para conocer unas culturas en quince días, no moviéndose del perímetro que marca incluso la propia organización, esto no es aprender, esto es verdaderamente transgredir.

Hemos transgredido el medio, un medio que vivía tranquilo, feliz, y estos últimos años se ha visto como una gran tormenta, lo han vivido como una gran tormenta, y muchas veces con dolor.

Y esto, en realidad, es una de las causas, y esas causas han producido unos efectos. Y los efectos, ahora, los estamos descubriendo, experimentando en nuestras propias carnes.

Y me repito en la pregunta anterior, que puede parecer algo absurda, ¿por qué nos han dotado de dos piernas a los humanos? Pues para que reconozcamos nuestro hábitat, mejoremos nuestro hábitat en las capacidades y posibilidades que puedan hacerse posibles por nuestra parte, pero para que nos afinquemos, verdaderamente, en nuestro propio interior.

Esas dos piernas nos están indicando que tenemos un perímetro para viajar, para conocer, para reconocer. Y si es posible, conocer y dar la vuelta al mundo, claro que sí, pero con prudencia, sin avasallar, sin molestar, sin identificarse con el medio, sin interferir con el medio. Hemos de ser prudentes, y esa prudencia, a veces, nos indica que como mínimo no actuaremos como un rebaño, sino tan solo lo haremos con Inteligencia, en mayúscula, y procuraremos no transgredir nunca.

Entonces, esas dos piernas nos están indicando, amigos, amigas, hermanos y hermanas, que ha de llegar un momento en el que habremos de hacer posible la reflexión. Que la verdad no la vamos a encontrar en el exterior, porque en el exterior ya sabemos lo que hay, hábitats que de alguna forma no podemos transgredir. Pero sí mejorar nuestro propio hábitat, y nuestro propio hábitat somos todos y cada uno de nosotros en nuestro propio interior.

Cuando esto se consigue, cuando esto se entiende, cuando esto se asume, no hay prisión, no hay dolor, no hay insatisfacción, no hay miedo. Uno se recluye en su hogar, en su hábitat, en sus pocos metros cuadrados, si cabe, pero no está solo, está consigo mismo.

Entonces uno tiene la oportunidad de entender cuando nuestros hermanos de la Confederación nos hablan de la extrapolación del pensamiento, cuando Shilcars, en más de una ocasión, nos ha indicado que en su planeta son capaces de ir a través del tiempo y del espacio y conocer otros lugares del cosmos. ¿Por qué? Porque han entendido perfectamente que no han de transgredir ningún medio, y únicamente se han de centrar en la posibilidad de la interiorización.

Y así trabajan, viven, experimentan, a través del tiempo, el pasado, el futuro, el presente, y su cuerpo físico es tan solo el vehículo que les permite hacerlo. Un vehículo que necesita un mínimo de atención, porque el máximo de atención se centra en la interiorización y en los viajes interdimensionales.

Reflexionad sobre ello, ved dónde está o puede estar la solución a la incomprensión, ved que los efectos que se están produciendo lo son por unas causas que realmente se han generado erróneamente.

Intentemos explicarnos a nosotros mismos dónde podríamos empezar a crear unas causas, eso es, un accionar que nos permitiera unos efectos brillantes, que nos permitiera precisamente la extrapolación y el reconocimiento de uno mismo, el conocimiento del cosmos y todas sus criaturas, el viaje interplanetario, a través de la propia mente.

Ahora tenemos la oportunidad de intuir cómo puede desarrollarse este sistema, y hagámonos buenos propósitos, tenemos soluciones, tenemos capacidad, porque Tseyor la tiene, de poder empezar buenas causas, con buenos efectos finales, si entendemos que el fin del hombre y la mujer, que tienen dos piernas, es la interiorización.

Amados hermanos, os mando mi bendición.
Amor, Noiwanak. 


                                                 ° ° ° ° ° ° °

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tus aportes son muy apreciados.