MENSAJES DESDE LAS ESTRELLAS
***
Amados hermanos, mucho gusto de saludarles. Compartimos con mucho cariño, el comunicado TAP 133 de la H.M. Noiwanak, titulado: Los Efectos de una Causa, de la monografía del Grupo Tseyor: En Tiempos de Contingencia, que recopila los comunicados dados por nuestros amados hermanos mayores, durante la etapa de confinamiento a raíz de la pandemia de Covid-19.
Enlace de la monografía: http://tseyor.org/biblioteca/libros/en-tiempos-de-contingencia.html?cat=Listado%20(A-Z)*
Enlace de la monografía: http://tseyor.org/biblioteca/libros/en-tiempos-de-contingencia.html?cat=Listado%20(A-Z)*
Con amor,
Casa Tseyor en Perú
* * * * * * *
EN TIEMPOS DE CONTINGENCIA
TAP 133. LOS EFECTOS DE UNA CAUSA
TAP 133. LOS EFECTOS DE UNA CAUSA
Amados soy Noiwanak.
De acuerdo, no me olvido de mis
Muulasterios, ni de mis Casas Tseyor, ni de mis amigos y amigas, hermanos y
hermanas, del grupo.
Claro que me gustaría estar en
otra situación. Y digo me gustaría estar en otra situación porque también me
incluyo en vuestro quehacer, en vuestra vida, en vuestras circunstancias.
Comprendo
muy bien lo que está sucediendo, también comprendo que vuestras miradas lo estén
hacia la parte del efecto. Efectivamente efecto. Efecto producido por una causa
y, evidentemente, no le damos o prestamos más atención a la causa, y sí a sus
efectos.
Como
tampoco prestamos a veces mucha atención a nuestro accionar, que en el fondo
podría decirse es o sería una causa. Y por ello, los efectos que se producen en
dicho accionar, puede que no sean los adecuados. Y no lo habrán sido, tal vez
muchas veces, por no haber reflexionado profundamente en la causa.
Ahora,
verdaderamente estamos en los efectos. Al ego, claro, obviamente le da mucha
pena toda esta situación. Él vive de la pena, se alimenta de la pena, de los
pesares, de la angustia...
Sí,
verdaderamente es así, es nuestro compañero de viaje, es nuestro otro yo menor,
subjetivo, y en lugar de ser un gran aliado lo es al contrario, disfruta muchas
veces del dolor, de la compasión, de la miseria, de la enfermedad. Parece
mentira, pero así es.
Y claro,
efectivamente, estos efectos se producen por unas causas, que tal vez no habremos
tenido demasiado en cuenta al accionarlas. Se han producido dichos efectos, y
los mismos ahora son una suma de plañideras que lloran desesperadamente y que
en definitiva buscan la compasión.
Ello
trae, además, una energía que es poco adecuada si lo que se pretende es avanzar
en una vibración cada vez más alta. En un nivel vibracional debido a la
transmutación, a la comprensión, al trabajo interior, y con todo ello obtener
una vibración más alta.
Por lo
tanto, las circunstancias de este momento nos invitan a tener en nosotros
cierta melancolía, ciertos estados depresivos también, producto de la
confusión, de la dispersión, de no habernos aún preparado lo suficiente como
para que podamos reaccionar positivamente, cuando se nos mueve la silla o el
asiento o la poltrona en la que nos afincamos y disfrutamos de nuestra zona de
confort.
Sí,
efectivamente, ahora todo es angustia, pesar, decepción, y más de una
depresión. Y, ¿podríamos decir también, un cierto escarmiento de la propia vida
ante un pensamiento irracional, ante un comportamiento poco objetivo, ante un
accionar desenfrenado? Todas estas preguntas podrían contestarse, y llegaríamos
a la conclusión de que sí, efectivamente.
Ahora, estamos en un momento en
el que podemos analizar verdaderamente la cuestión. Y podemos hacerlo
precisamente porque nos da tiempo el medio. El medio, que ha procurado esta
situación, al mismo tiempo nos permite reflexionar sobre la misma, sobre dicha
situación y obtener conclusiones.
Si así lo hacemos, habremos
ganado una batalla, no la guerra, pero sí una pequeña batalla entre nosotros
mismos, con nosotros mismos, precisamente. Y así obtener más claridad mental,
más comprensión, y puede, también, que ante esta circunstancia activemos
mecanismos que nos sirvan para la transmutación.
En definitiva, puede que esta
situación anómala no lo sea tanto en el fondo y nos sirva de experiencia. Y
habrá valido la pena, cuando pase todo ello, toda esta situación, todas estas
circunstancias, habrá valido la pena, experimentarlo.
Así, podemos pensar que interesa
en nosotros autoobservación. Observar el medio cómo se mueve, cómo nos mueve,
cómo nos acciona y lo que pretende, que en definitiva es manipularnos.
Este es un estado de
autoobservación muy profundo, el que se requiere, pero evidentemente si sabemos
aprovechar los instantes, y tenemos tiempo, podremos obtener sabrosas
conclusiones y un perfecto y feliz final de todo ello.
Si por el contrario, únicamente
nos sirve la situación para actuar de plañideras, llorando, sufriendo, viendo
las desgracias de los demás como algo muy grave -y no le quito importancia
porque la tiene, y habremos de apoyar todos el hombro para intentar mejorar la
situación, eso por descontado-, si dejamos que nuestro pensamiento se
identifique en la desgracia, mal vamos.
Hemos de ser valientes, hemos de
ser fuertes, hemos de saber direccionar nuestra nave. De acuerdo, hay
tempestades dificultando incluso maniobrar una nave como es la nuestra, una
nave dominada precisamente por un sistema egoico, que tal vez disfrute de dicha
situación en el fondo.
Por eso, actuemos con
inteligencia, cumplamos con nuestra obligación. Se nos pide aislacionismo, ya
vendrá tiempo de analizar dicho estado y el porqué se ha producido. Ahora nos
indican nuestras autoridades que debemos mantener ese estado de aislacionismo,
pues hagámoslo. Hagámoslo porque es una forma de concienciarnos todos y de
agilizar un estado que puede llevarnos a recobrar la salud mucho más
rápidamente, si así lo hacemos.
Y repito, ya habrá momentos, otros momentos más interesantes para
analizar la cuestión, porque de ello podremos obtener interesantes
conclusiones.
También me gustaría añadir que,
obviamente, los seres humanos, en este caso vosotros aquí, en este planeta y en
esta 3D, disponéis de dos piernas, para andar, claro. Y ¿por qué el medio, los
logos, el universo, el cosmos, os ha dotado de dos piernas para andar, y no de
cuatro y no de ocho, o alas superrápidas para volar de un lado a otro del
planeta en un instante?
Os ha puesto dos piernas para
andar, para moveros en un determinado lugar o lugares, pero evidentemente no se
os ha dotado de la facultad de ir de instante en instante de aquí para allá.
¿Habéis reflexionado sobre ello? ¿No habremos, y me incluyo en ello también,
transgredido alguna ley al avanzar tan rápidamente en nuestra tecnología?
¿No habéis pensado, quizás, en
esos viajes que se llevan a cabo de aquí para allá, que en horas puede uno dar
la vuelta al mundo? Esto es impensable con dos piernas para andar, a lo sumo
podríamos hacer unos determinados kilómetros al día, pero que en un día podamos
rodear la Tierra y volver al mismo sitio, esto es tal vez, o puede serlo,
transgresión.
Sí, efectivamente, transgresión,
pero que podría no serlo si utilizáramos la cabeza, si utilizáramos mejor el
corazón, si supiéramos, exactamente, el porqué nos movemos.
¿Vosotros no creéis que esas
acciones masivas, de viajes de un lugar para otro, como trenes cargados de
rebaños enteros o masas humanas, yendo de aquí para allá, alterando todos los
procesos y los estados y las situaciones vivenciales de millones de seres que
habitan otros lugares del planeta, no creéis que esto no es transgresión?
Ahora bien, en lugar de actuar
como un rebaño, actuemos independientemente, con la mirada puesta en el
conocimiento y el reconocimiento, con todo el respeto que es preciso cuando uno
se aparta de su propio hábitat y aterriza en otro que no es el suyo. Ahí se
necesita prudencia, pero sobre todo ha de evitarse la masificación.
Ciudades enteras están
superpobladas, y las gentes que habitan en ellas cansadas de tantas caras
nuevas que lo cambian todo, lo transgreden todo, lo dificultan todo, lo
encarecen todo, y al final nada queda. Un bello recuerdo plasmado en una
cámara, y nada más.
Porque ese viaje que se ha dado
alrededor del mundo, tal vez por turismo, y nada contra el mismo, pero se ha
dado la vuelta al mundo para conocer unas culturas en quince días, no
moviéndose del perímetro que marca incluso la propia organización, esto no es
aprender, esto es verdaderamente transgredir.
Hemos transgredido el medio, un
medio que vivía tranquilo, feliz, y estos últimos años se ha visto como una
gran tormenta, lo han vivido como una gran tormenta, y muchas veces con dolor.
Y esto, en realidad, es una de
las causas, y esas causas han producido unos efectos. Y los efectos, ahora, los
estamos descubriendo, experimentando en nuestras propias carnes.
Y me repito en la pregunta
anterior, que puede parecer algo absurda, ¿por qué nos han dotado de dos piernas
a los humanos? Pues para que reconozcamos nuestro hábitat, mejoremos nuestro
hábitat en las capacidades y posibilidades que puedan hacerse posibles por
nuestra parte, pero para que nos afinquemos, verdaderamente, en nuestro propio
interior.
Esas dos piernas nos están
indicando que tenemos un perímetro para viajar, para conocer, para reconocer. Y
si es posible, conocer y dar la vuelta al mundo, claro que sí, pero con
prudencia, sin avasallar, sin molestar, sin identificarse con el medio, sin
interferir con el medio. Hemos de ser prudentes, y esa prudencia, a veces, nos
indica que como mínimo no actuaremos como un rebaño, sino tan solo lo haremos
con Inteligencia, en mayúscula, y procuraremos no transgredir nunca.
Entonces, esas dos piernas nos
están indicando, amigos, amigas, hermanos y hermanas, que ha de llegar un
momento en el que habremos de hacer posible la reflexión. Que la verdad no la
vamos a encontrar en el exterior, porque en el exterior ya sabemos lo que hay,
hábitats que de alguna forma no podemos transgredir. Pero sí mejorar nuestro
propio hábitat, y nuestro propio hábitat somos todos y cada uno de nosotros en
nuestro propio interior.
Cuando esto se consigue, cuando
esto se entiende, cuando esto se asume, no hay prisión, no hay dolor, no hay
insatisfacción, no hay miedo. Uno se recluye en su hogar, en su hábitat, en sus
pocos metros cuadrados, si cabe, pero no está solo, está consigo mismo.
Entonces uno tiene la
oportunidad de entender cuando nuestros hermanos de la Confederación nos hablan
de la extrapolación del pensamiento, cuando Shilcars, en más de una ocasión,
nos ha indicado que en su planeta son capaces de ir a través del tiempo y del
espacio y conocer otros lugares del cosmos. ¿Por qué? Porque han entendido
perfectamente que no han de transgredir ningún medio, y únicamente se han de
centrar en la posibilidad de la interiorización.
Y así trabajan, viven,
experimentan, a través del tiempo, el pasado, el futuro, el presente, y su
cuerpo físico es tan solo el vehículo que les permite hacerlo. Un vehículo que
necesita un mínimo de atención, porque el máximo de atención se centra en la
interiorización y en los viajes interdimensionales.
Reflexionad sobre ello, ved
dónde está o puede estar la solución a la incomprensión, ved que los efectos
que se están produciendo lo son por unas causas que realmente se han generado
erróneamente.
Intentemos explicarnos a
nosotros mismos dónde podríamos empezar a crear unas causas, eso es, un
accionar que nos permitiera unos efectos brillantes, que nos permitiera
precisamente la extrapolación y el reconocimiento de uno mismo, el conocimiento
del cosmos y todas sus criaturas, el viaje interplanetario, a través de la
propia mente.
Ahora tenemos la oportunidad de
intuir cómo puede desarrollarse este sistema, y hagámonos buenos propósitos,
tenemos soluciones, tenemos capacidad, porque Tseyor la tiene, de poder empezar
buenas causas, con buenos efectos finales, si entendemos que el fin del hombre
y la mujer, que tienen dos piernas, es la interiorización.
Amados hermanos, os mando mi
bendición.
Amor, Noiwanak.
° ° ° ° ° ° °
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tus aportes son muy apreciados.