MENSAJES DESDE LAS ESTRELLAS
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Hola amados Hermanos:
Comparto con cariño transcripciones de
la Monografía “LA
NADA. LA EXPERIENCIA DE LO INMANIFESTADO”, que podemos hallar en nuestra
Biblioteca www.tseyor.com
Con amor,
Noventa PM
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“La Nada es ese estado
de libertad que nos proporciona
nuestro propio pensamiento. Ese
pensamiento
puesto en el Amor, en la Nada; en ese
no pensar que nos invade
y transporta.”
Shilcars
28) “La Nada”– CREAR DESDE LA NADA
6. CREAR DESDE LA NADA
Podemos asumir el carácter creativo de nuestro
pensamiento. Esta creatividad se fundamenta en la participación en la Nada.
Las creaciones que hagamos desde la
tridimensionalidad serán contingentes e imperfectas. Estas estarán imbuidas por
la imperfección intrínseca de este plano.
En cambio, la creación o cocreación
objetiva deberá participar del factor incluyente del holograma, y requerirá de
la coparticipación de los 12 arquetipos creadores.
De esta forma, lo creado bajo esta
participación comprenderá la triple triplicidad del todo.
Nuestro pensamiento tiene la
facultad intrínseca de ser creativo, pues el atlante, el ser que piensa que
piensa, es un cocreador del universo manifestado. Estas creaciones pueden ser
monstruosas, cuando parten del odio, del recelo, de la angustia, etc. Pueden
ser también bellas y bondadosas, cuando parten del equilibrio y de la armonía.
En nuestro pensamiento está la capacidad para elegir las creaciones de las que
somos responsables.
El proceso de creación se basa en la
intermitencia cuántica. Lo ya manifestado es difícil de modificar en sí mismo,
pero desde la no manifestación, desde la intermitencia en la fase de no
manifestación es posible sacar a la manifestación nuevas creaciones, dotadas de
nuevas energías y nuevas formas. Ahí reside el carácter creativo de la Nada.
En contra de lo que se ha dicho “Desde la nada, nada
se crea”, que parece algo lógico, en el universo ocurre al contrario, es desde
la Nada donde se crea lo nuevo. La creación que parte de lo creado es un
retoque, una modificación de algo previo.
Aunque no podamos experimentar la Nada de forma
consciente, sí participamos de ella y desde ella recogemos el caudal creativo
intrínseco en su potencial de manifestación, que es infinito.
La excelencia o idoneidad de lo así creado, así como
su consistencia y configuración, depende también del grado de desarrollo de
nuestras habilidades creativas, que como facultades se pueden perfeccionar,
agrandar y potenciar.
Por eso la frase del Gran Maestro “Por sus frutos
los conoceréis” alude también a que la creación habla de la capacidad del
creador y de su excelencia. Los frutos del amor, la humildad, la
responsabilidad, la gracia, son frutos de un árbol creativo tocado por la
divinidad.
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