3) “Las Infradimensiones”– LA POSIBILIDAD DE CREAR RÉPLICAS

 MENSAJES DESDE LAS ESTRELLAS

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Hola amados Hermanos:

Comparto con cariño transcripciones de la Monografía “LAS INFRADIMENSIONES. EL PENSAMIENTO: UN ARMA DE DOBLE FILO”, que podemos hallar en nuestra Biblioteca www.tseyor.com

El enlace es: http://www.tseyor.com/biblioteca/Las%20infradimensiones.pdf

Con amor,

Noventa PM

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”Cualquier manifestación es nuestra

propia manifestación, y esos demonios, esos

bajos astrales, esos pensamientos a los que tenemos

acceso, son nuestros propios submundos, nuestra propia

creación mental, nuestro delirio. Ahí está la clave, por

eso decimos que somos un mundo y, comprendiendo

nuestro propio mundo, comprenderemos

el mundo.”

                                                          

Shilcars

3) “Las Infradimensiones”– LA POSIBILIDAD DE CREAR RÉPLICAS

2.2. LA POSIBILIDAD DE CREAR RÉPLICAS

En los pensamientos sublimes, trascendentales, por otra parte, existe la posibilidad de crear réplicas de nosotros mismos. Y crear vida, incluso animal, por descontado vegetal. Y en alguna que otra ocasión, vida humana, que esto último está especialmente reservado a los grandes logos del universo.

En nuestra posición, en nuestra capacidad creativa, tenemos la facultad de crear todos aquellos elementos basados en la física cuántica y que, transgrediendo un espacio adimensional, se traspasan al mundo físico buscando aquellos elementos atómicos cuya conjugación haga posible la creación de cualquier elemento animado e inanimado[1]. Este es el gran “poder”, entre comillas, que tiene el atlante cuando verdaderamente ha despertado consciencia en el amor.

Si bien, cuando aún permanecemos “dormidos”, podemos crear también elementos animados únicamente en forma de pensamiento energético. Pero los creamos, indiscutiblemente.

Estas creaciones mentales, creadas a lo largo de la historia, cada vez van aprisionando mucho más fuertemente nuestra consciencia, porque invalidan su manifestación real de bondad y amor al no dejarla expresar debidamente. Por cuanto la envuelven en una especie de óxido tenebroso, potente y realmente asfixiante desde el punto de vista imaginario.

Así, estas fuerzas de la naturaleza, de la propia naturaleza de la mente atlante, están aprovisionando capacidades, y ya es posible percibir parte de esas visiones en los sueños, en las extrapolaciones, y algunos ya conscientemente, dentro de su propio desequilibrio mental, de su angustia, de su odio incluso.

A través de estas acciones, los humanos abrimos canales hacia las infradimensiones, y ellas se aprovechan de todo resquicio para aposentarse en dicho lugar, en nuestra mente.

Nuestra mente, incluso, aprovechando la capacidad que tiene de conectarse directamente con la réplica, con la esencia, con nuestra consciencia, es capaz de mandar a todas las dimensiones de la naturaleza pequeños chispazos de luz de nuestra propia consciencia. Esto, en la oscuridad de las infradimensiones, resulta muy llamativo.

Y por eso, a través de esos chispazos, nuestras creaciones mentales, mejor dicho nuestras aberraciones mentales, intentan tomar posición, porque quieren llegar a ser. Claro, quieren, es puro deseo, es puro ego, pero esta es su misión.

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[1] Se cuenta la historia de un monje que con su mente llegó a crear un sirviente. Al principio todo fue bien pues el criado en cuestión era solícito y muy sumiso, pero con el tiempo su carácter fue cambiando y volviéndose cada vez más independiente y exigente. Llegando a convertirse al final en un ser irascible, prepotente y orgulloso. Dicen que el pobre monje tuvo muchas dificultades para desintegrarlo y devolverlo al plano mental de dónde nunca había de haber salido.