lunes, 12 de agosto de 2013

29) “La Nada”– CONCLUSIONES

MENSAJES DESDE LAS ESTRELLAS
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Hola amados Hermanos:
Comparto con cariño transcripciones de la Monografía “LA NADA. LA EXPERIENCIA DE LO INMANIFESTADO”, que podemos hallar en nuestra Biblioteca www.tseyor.com

Con amor,
Noventa PM
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“La Nada es ese estado
de libertad que nos proporciona
nuestro propio pensamiento. Ese pensamiento
puesto en el Amor, en la Nada; en ese
no pensar que nos invade
y transporta.”

Shilcars

29) “La Nada”–  CONCLUSIONES

7. CONCLUSIONES


El Absoluto no existe, no se manifiesta como tal, pero suponemos que es al reconocer su manifestación. El universo es y no es. El Absoluto es permanente, el universo es transitorio, cambiante e intermitente.

Estando, pues, en el universo manifestado no somos, pues pertenecemos a la permanencia del Absoluto, a la Nada.

Nuestro ser puede tener múltiples apariencias en la manifestación, pero no se reduce ni se limita por ninguna de ellas.

Si de verdad queremos conocernos a nosotros mismos, tenemos que profundizar en nosotros y captar lo que somos más allá, por debajo o por encima de toda apariencia.

La identificación con la apariencia nos limita y condiciona. El vuelo crístico nos permite trascender la apariencia momentánea.

El equilibrio de la existencia consiste en participar de ella, con la consciencia de que no somos ella, de que no nos limita. Y por otro lado experimentar proyecciones más amplias de esa Nada que nos constituye.

Si de verdad somos algo, Nada somos. Si de verdad sabemos algo, Nada sabemos. Pues procedemos de la Nada, del Absoluto, y a ella volvemos.

Y como fuimos creados de la Nada, junto a todo el universo, tenemos el don creativo de esa Nada, que el Fractal se encarga de proyectar en la manifestación, como un holograma virtual con apariencias de algo, pero al fin y al cabo ficticio e ilusorio, ya que es intermitente y caduco.

Hay algo que no caduca, el Amor, la Nada, el Absoluto. Y si de verdad somos eternos algo tendremos de amor, de nada y de absoluto.

            Existimos en la manifestación, estamos en ella, en el Todo manifestado, y estamos en todas las franjas vibratorias de la manifestación, presentes en las diferentes capas de nuestro ADN. Podemos experimentar la manifestación y lo manifestado, retroalimentarnos en ello. Pero al mismo tiempo suponemos que no nos agotamos en lo manifestado, sino que retornamos a cada instante a la Nada y de ella obtenemos las correspondientes energías creadoras.

            Aunque no podemos experimentar la Nada, participamos de ella, podemos experimentar, en cambio, su idea en nuestro pensamiento, cargada de amor y de infinita bondad. La experiencia de lo inmanifestado se hace en la manifestación, pues en ella apreciamos una de sus inconmensurables facetas.

Lo inmanifestado es, la manifestación no es. Lo inmanifestado permanece, la manifestación caduca. Pero nuestro pensamiento puede enfocarse en lo inmanifestado como fuente y alimento de esta manifestación. Y de ahí podemos obtener las bendiciones del propósito creador.

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