miércoles, 1 de enero de 2014

“CUENTO DE CHRISTIAN Y LAS 12 ESFERAS DEL UNIVERSO de HM SHILCARS - Parte 2

CUENTO DE CHRISTIAN Y LAS 12 ESFERAS DEL
UNIVERSO, de HM SHILCARS - Parte 2

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FELIZ 2014 EN ESTA EDAD DE ORO DEL AMOR

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Segunda parte

CUENTO DE CHRISTIAN Y LAS 12 ESFERAS DEL
UNIVERSO

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Primer acto

Y ya en este punto, querría además hacer una breve incursión en el “Cuento del pequeño Christian”, cuando en su última presencia nos pedía 12 voluntarios más para una nueva aventura cósmica.

Ahora, en este Primer acto, de esta Segunda parte, el pequeño Christian aparece de la nada en un orbe, y crea a su alrededor un mundo. Un hermoso mundo, blanco, purísimo, con un cielo azul maravilloso, diamantino. Y convoca a todos para invitarles a una nueva aventura.

Y en esa nada oscura, negra, nada absoluta que antes había o existía, y que ahora se ha transformado en un bello mundo gracias a la participación y a la capacidad creadora de nuestro pequeño Christian, empiezan a aparecer cientos, miles, cientos de miles de orbes, de pequeñas burbujas, simpáticas burbujas alrededor del pequeño Christian, y se transforman en seres humanos, en atlantes de toda condición y forma.

Alrededor del pequeño Christian, reconociéndolo como el Gran Maestro, ya todos reunidos, se prestan a oírle. Saben que cuando son convocados algo importante se está pergeñando, algo se prepara. Christian les habla.

Y les dice: -Hermanos, os he convocado para una aventura, una próxima aventura cósmica, y para ello necesito 12 voluntarios. Un voluntario para cada una de las esferas de este cosmos holográfico cuántico, de las 12 esferas de nuestro universo.

Hermanos, esos doce voluntarios, cada uno de ellos representará a una parte, a una doceava parte de este universo. Por lo tanto, cada uno de vosotros representaréis a una doceava parte del universo. Y los 12 lo representaréis en su globalidad.

Voy a indicaros ahora el perfil de cada uno de esos 12 voluntarios, y entre vosotros escogéis aquel que más os parezca que se ajusta a vuestra capacidad y que mejor podéis cumplir.

Así que la elección de vuestro papel, en esta próxima aventura cósmica, os lo dejo a vuestro libre albedrío.

Veamos, pues, el primer perfil. Vamos a necesitar un elemento que sepa contrastar debidamente esos dos mundos. Para que pueda transmitir, debidamente también, la información requerida para llevar a cabo la misión en ese mundo dual. Un mundo en el que se precisa un cambio de estructuras muy importante.

Un mundo, además, que todos vosotros conocéis, y muy especialmente los que de alguna forma, en origen, engendrasteis allí la sabia réplica genuina de vuestro quehacer. Este mundo se llama Tierra, así se le conoce.

Pues bien, en este primer perfil vamos a necesitar un elemento que pueda unir esos dos conocimientos. Pero ese perfil, solo, no podrá hacer nada si no viene ayudado y auxiliado por el resto de los elementos de las esferas. De esas once esferas restantes que conforman, como he dicho, nuestro universo.

Así, para acompañar debidamente este proceso, el perfil 2, será menester dotarnos de un elemento que una vez haya recogido la información transmitida a través del 1, sepa ordenarla, salvaguardarla, protegerla, claro está y, atento a su impronta, la refuerce adecuadamente con su poderosa fortaleza.

Como es lógico, vamos a seguir con el tercer perfil que se precisa para que esos voluntarios cósmicos puedan hacer su labor adecuadamente.

El tercer perfil se basará en la capacidad de enraizar convenientemente la información preservada por el perfil 2 y a su vez transmitida por el 1 y, a través de sus simientes, haga que sus ramas crezcan robustas y puedan ofrecer el fruto adecuado, propio del árbol de la vida.

Con esos tres elementos iniciales, originarios, evidentemente crearemos una Tríada y esta generará la necesidad del auxilio del resto de las esferas que van a participar como voluntarios.

Sabiendo, de antemano, que esos 12 voluntarios se irán renovando para dar paso a que todos puedan formalizarse debidamente en la cuestión, y puedan, a su vez, cerrar posteriormente un ciclo muy importante en su formación.

Además, la incorporación en ese mundo, en ese planeta Tierra, lo será como seres con cuerpo físico y con la posibilidad de fundirse con la masa y multiplicarse. Y sin otra capacidad que los distinga de cualquiera de los elementos o individuos habitantes en dicho planeta.

Del cuarto perfil, claro, vamos a necesitar a aquel que cubra con su manto cósmico todo el entramado. Y, al cubrirlo, participe y coparticipe para que nadie quede fuera, al menos en lo posible, de dicha protección.

El quinto elemento o perfil será aquel capaz de andar por los pedregosos caminos de un desierto buscando ese otro camino, guiando además y protegiendo, al colectivo.

El sexto perfil requerirá de un elemento, sumamente preparado, que sabrá conectar adecuadamente con todos los elementos. Informándoles debidamente, poniéndoles al día y respetando muy mucho el planteamiento psicológico de todos. Sabiendo, además, que no todos los planteamientos habrán de ser los correctos. Iluminará en lo posible su parcela psicológica y mental, y dejará fluir.

El séptimo perfil que se precisa es aquel que pueda conectarse a través del lenguaje, que participe en los debates y, con su influencia, pueda dar validez a ciertos puntos de vista, no siempre concordantes.

El octavo perfil irá directamente asignado a aquella parte tan necesaria como es la de “limpiar”, proteger de dogmas y pensamientos que puedan inducir a confusión. Con su talento, descubrirá a los farsantes y con tiento les ayudará a encauzar sus planteamientos y, si es menester, corregirlos.

El noveno perfil cuidará de la imagen del colectivo, mejorará la imagen en el fondo y además en la forma. Modelará con sus manos y su buen hacer todo aquello que pueda embellecerse y, claro está, mejorarse. Y cuidará de que no sufra interferencias ajenas.

El perfil número 10 cuidará de la salud física y mental de sus congéneres, de todos los elementos atlantes que acudan en su ayuda, y la prestará con todo su amor.

Y lo más importante, los demás verán en ese perfil una salvaguarda y les infundirá confianza. Y los elementos así, con dicha confianza, andarán mucho más seguros. Y a su vez infundirán confianza en los demás.  

El perfil número 11, que en sí contiene dos veces al uno, por su responsabilidad como guerrero además, por su condición de doble uno como monje y guerrero a la vez, protegerá con su espada a todo el colectivo.

Erradicará las malas hierbas, limpiará el camino.

Propiciará la unidad; evitará el resquebrajamiento.

Y el poder de su espada lo pondrá al servicio del colectivo. Una espada que ha de rescatar de las tinieblas a todo el conjunto que le habrá sido encomendado.

Y cuidará muy especialmente de que en su bolsa nunca existan más de 30 monedas.

Y finalmente, para cerrar las 12 esferas, el perfil 12 cuidará de que en su regazo se ubiquen todos los elementos. Con su amor desinteresado les protegerá, les animará, y les facilitará esa ayuda maternal que todos necesitamos en este mundo dual.

Christian continúa con su disertación. Información que todos asumen como propia, porque saben que aunque no actúen directamente, sí de alguna forma actuarán, porque en la representación de los demás están ellos mismos.

Reconocen que es una misión difícil, pero son valientes.

Saben que se juegan muchísimo porque se les invita a participar en una aventura cósmica olvidando temporalmente su procedencia.

Saben que se van a sumergir en un mundo confuso, disperso, y que tendrán que esforzarse por cumplir sus compromisos fielmente.

Saben que no van a gozar del poder creativo que ahora tienen.

Saben que van a despojarse de todo su poder y que van a imbuirse en un mundo oscurantista.

Pero saben, además, que la aventura y el riesgo valen la pena, y que para eso están, para la aventura cósmica.

Así que, continúa Christian: -En vuestras manos dejo la distribución de los perfiles, y en vuestra buena elección confío. Y espero que esto se prodigue, que hagáis un buen trabajo de simiente. Y hasta ahora mismo.

Aquí acaba un primer acto, de esta segunda parte del “Cuento de Christian”. El mismo consta de cuatro actos, y hoy he relatado este primero. En próximos días continuaremos.

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De la monografía: "Los cuentos de Tseyor", pág. 38


de nuestra Biblioteca: www.tseyor.com

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Feliz Año 2014 para todos, en la Edad de la fraternidad, de la Luz, de las Sociedades Armónicas.

Con amor,
Tseyor en Perú

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