viernes, 19 de abril de 2013

37) “Psicología Transpersonal”– UNA CUESTIÓN DE SIMPATÍA

MENSAJES DESDE LAS ESTRELLAS
***
Hola amados Hermanos:
Comparto con cariño transcripciones de la Monografía “Psicología Transpersonal. Mensajes de Sili-Nur”, que podemos hallar en nuestra Biblioteca www.tseyor.com

El enlace es:

Con amor,
Noventa PM
__________
Digamos basta ya a la
Inexorable recurrencia de vida
tras vida en una oscuridad casi total
del individuo. Démosle la visión completa
de su panorama espiritual. Enseñémosle
los primeros pasos  a seguir
por el camino de la evolución
espiritual.

SILI-NUR

37) “Psicología Transpersonal”– UNA CUESTIÓN DE SIMPATÍA


38. UNA CUESTIÓN DE SIMPATÍA


Ciertamente ha de repercutir en la mejora de cada uno de nosotros el participar en este tipo de relación interactiva que celebramos.

Y con un único propósito: mejorar las expectativas presentes de nuestra psicología. Aprender a conocerse uno mismo a través de la interrelación con los demás.

Todos participamos de un gran conocimiento que nos llega a través de múltiples espacios adimensionales.

El individuo ha venido a este espacio tridimensional a trabajar, a experimentar, a recordar de nuevo su andadura adimensional y, si le es posible, rectificar, ampliar, mejorar y equilibrar por encima de todo, esa gran sapiencia cósmica.

El camino de la evolución es para todos igual y el conocimiento figura como una relación arquetípica y, por serlo, es idéntica para todos.

El verdadero conocimiento se encuentra en el archivo “akásico”, como denomináis, y en él se  investiga y se llega a reconocer la verdadera simpatía con que nuestros espíritus vibran en función de una relación cósmica.

Dicha simpatía simboliza lo que una composición musical es a unas notas determinadas, intentando vibrar en función de la melodía universal o cósmica.

Una melodía en la que el conjunto humano, su masa crítica, en sintonía con esa misma nota, verá aparecer en escena la figura del creador de sinfonías, cual es la imaginación creativa.

Con dicha imaginación compondremos nuestra particular sinfonía, lo cual significa coparticipación. Y esto último estriba en una relación conductual, desde donde percibir el conocimiento como manifestación externa de los procesos mentales que se generan a un nivel interno.

Añadiéndole, además, para que el aprendizaje resulte del todo efectivo, el sentimiento de amor hacia todo lo que nos rodea. Empezando por uno mismo. Amándonos, queriéndonos y respetándonos. Y si ello es factible y activo habrá de repercutir en los demás de igual forma.

Sin duda tenemos todos una norma de conducta impuesta o predeterminada por nuestro propio espíritu, porque en la adimensionalidad de la que partimos habremos corroborado qué partituras representar sinfónicamente y cuál es nuestro papel en la sinfonía.

Todo está escrito y magistralmente dirigido por la Energía, por el Fractal.

Más allá de la sinfonía que nos ha tocado interpretar en esta etapa de vida o existencia, no existe nada más, por cuanto no está predeterminado aún. El único capaz de hacerlo es nuestro propio espíritu,  o sea, nosotros mismos en total consciencia.


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