MENSAJES
DESDE LAS ESTRELLAS
***
Hola amados Hermanos:
Comparto con cariño transcripciones de
la Monografía “Psicología
Transpersonal. Mensajes de Sili-Nur”, que podemos hallar en nuestra
Biblioteca www.tseyor.com
El enlace es:
Con amor,
Noventa PM
__________
Digamos basta ya a
la
Inexorable
recurrencia de vida
tras vida en una
oscuridad casi total
del individuo.
Démosle la visión completa
de su panorama
espiritual. Enseñémosle
los primeros
pasos a seguir
por el camino de la
evolución
espiritual.
SILI-NUR
40) “Psicología Transpersonal”– TIEMPOS QUE CORREN I
41. TIEMPOS QUE CORREN I
Existen
infinitos caminos para llevar a cabo nuestra andadura y no todos se viven
conscientemente.
También
estamos experimentando, simultáneamente, en múltiples procesos de pensamiento.
Y cabrá preguntarse si dichas experiencias en el multiverso serán también
cuantificables y asumibles totalmente.
En
primer lugar, nada es casual. Nada se produce al azar. Todo está establecido de
antemano. La vida física tridimensional es una pura recurrencia iconográfica y
más bien repetitiva.
En
realidad, también, esa predestinación es acaso la prueba evidente de que
nuestro acontecer deberá revivirse tantas y tantas veces como sea necesario
para llegar justamente al equilibrio.
Lo
mismo le sucede al hierro en la forja, que con golpes se embellece. Y detrás de
esta acción se halla nuestro espíritu, quien a su vez marca las secuencias y
dictamina su volumen y vibración.
En
la vida diaria se tiende a resaltar todo lo visible y material, en detrimento,
muchas veces, de aquellas circunstancias que repercuten en un crecimiento
espiritual.
Sería
interesante considerar si el proceso tridimensional no será una especie de
ilusión en un determinado momento del espacio y del tiempo, y, en caso
afirmativo, ¿dónde radicar la realidad auténtica?
Si
analizamos la cuestión nos daremos cuenta de que nuestra vida y circunstancias
y el hecho de que estemos aquí, no es representativo de nada.
Únicamente
un grupo de energías de distinta vibración que observa el exterior a través de
una especie de mente lenticular que se recrea simulando imágenes en 3D.
Aunque
si llegásemos a consolidar la completa negación de nosotros mismos, si
llegásemos a comprender que lo que pensamos que somos o creemos ser, es nada,
descubriríamos que podemos llegar a serlo todo, al mismo tiempo de pertenecer
al Todo. Y esto es lo importante.
Ahí
se plantea una cuestión evidente y que precisamente es la clave de todas las
incógnitas. Un proceso con el cual conducirnos hacia un estado de plenitud en
un camino infinito hacia el Absoluto. Es indudable que me refiero al
pensamiento trascendental.
Dicho
pensamiento es lo verdadero, porque bebe de la fuente del Absoluto, del
Infinito. Del multiverso, de las multidimensiones.
Pensamiento
que en el fondo está en todas partes, en todo lugar. Instantánea y
simultáneamente.
Pensamiento
que en realidad nos transforma, nos libera y nos lleva hacia la
autorrealización.
Pensamiento
que no es energía, porque si así lo fuera estaríamos hablando de la materia,
estaríamos hablando de un valor atómico determinado, y ese tipo de pensamiento
está más allá del considerando atómico de la materia.
El
espacio tridimensional o físico no deja de ser más que un lastre. Un peso
atómico determinado que obliga a una transformación, sí, pero a una
transformación densa y poco sublime.
En
el fondo la gran transformación radica en otros espacios adimensionales. Porque
es allí donde el pensamiento se sublima y perfecciona.
Existen
dos tipos de pensamiento: el objetivo y el subjetivo.
El
primero, viene dado por la razón absoluta, por la coherencia, por la
inspiración, por la intuición, por la creatividad en suma.
El
segundo, nos viene dado por el ego en su experiencia tridimensional, por la
recurrencia, por la repetición.
Y
en esa ágora constante en la que fluctúan ambos pensamientos, se establece un
punto de unión en el que prevalece siempre la razón objetiva y absoluta.
Añadir
que debido a la colaboración egoica de ese pensamiento subjetivo, repetitivo y
constante, llegamos a clarificar nuestro horizonte mental. Que esto significa
transmutación del ego: el despertar de la conciencia.
Os
contaré una historia que ocurrió en mi planeta.
En
cierta ocasión estábamos todos unidos bajo el común denominador del Amor y nos
preguntábamos si acaso en el Universo existiría otra fuerza distinta al Amor.
Y
en ese momento ocurrió algo muy importante, y fue que nuestros espíritus
vibraron en armonía conduciéndose en una sola alma hacia el infinito.
Allí
pudo comprobarse que el Absoluto no es únicamente una fuerza preponderante y
magnífica, sino que además incluye la pobreza de espíritu. El mal, tal y como
lo conocéis en vuestras culturas.
Este
hecho nos sobrecogió, porque creíamos que el Absoluto era pura perfección, sin
mácula alguna de deterioro o de imperfección.
Y
pudo observarse plenamente cómo, dentro de Él, se movían aquellas energías que
posibilitan el hecho cierto de la imperfección.
Así,
si de las tinieblas aparece la luz, si la luz es tinieblas y las tinieblas es
luz, el planteamiento que podamos tener del Absoluto, Dios, El Omnipresente, el
Padre, El Uno, es el de perfecto.
Totalmente
perfecto por el solo hecho de que no está sujeto a la ley de causa y efecto, de
la dualidad.
Esto
no significa que no contenga en sí mismo e intrínsecamente el bien y el mal.
Porque Él es el Creador. Él es el Absoluto. Él es quien define y divide en su
momento, creando la multidimensionalidad infinita. Y es cuando se experimenta o
se manifiesta la luz o las tinieblas.
Y
para terminar, decir que cuidemos de nuestro pensamiento. Porque el pensamiento
es lo más importante que tenemos.
º º º º
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