miércoles, 14 de noviembre de 2012

6) “La Entropía”– EL OBJETIVO DE LA VIDA: TRANSMUTAR

MENSAJES DESDE LAS ESTRELLAS
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Hola amados Hermanos:

Comparto con cariño transcripciones de la Monografía “LA ENTROPÍA”. Podemos hallarla en nuestra Biblioteca www.tseyor.com

El enlace es: http://www.tseyor.com/biblioteca/LAENTROPIA.pdf

Con amor,
Noventa PM
__________

“La ley de entropía se vale
de muchos medios para frenar el  anhelo
de superación, evolutivamente hablando. La ley de
entropía se vale de muchísimos medios para contrarrestar
ese salto cuántico en ciernes. Más, no lo va a conseguir
porque es imposible “poner puertas al campo”.
Al campo de la evolución,
de la transformación.”
SHILCARS 


6) “La Entropía”– EL OBJETIVO DE LA VIDA: TRANSMUTAR 

2.2.4. VENCER LA LEY DE ENTROPÍA
Una cosa es que se nos informe, otra que entendamos lo que se nos dice. Otra muy distinta que lo comprendamos y lo asumamos. Y otra también, es vencer la ley de entropía que muchas veces pone grandes obstáculos para seguir por la ruta de la espiritualidad. Que en el fondo es la de la perfección del pensamiento.
En este punto también se nos requiere un esfuerzo. Un esfuerzo desde el primer momento en que somos conscientes de que algo debemos hacer en este mundo y nos preguntamos de dónde venimos y hacia dónde vamos y el porqué estamos aquí. Mientras esas tres preguntas no nos las formulemos de una forma consciente, nada que hacer. Tan solo esperar pacientemente a que la vida nos brinde la oportunidad de llegar a formularlas debidamente. 

2.2.5. LAS ETAPAS DE LA VIDA Y EL DESCUBRIMIENTO INTERIOR
En vuestro planeta, cuando uno es joven piensa en cosas intrascendentes la mayoría de las veces. Es la inmensa alegría de la vida, el disfrute de los sentidos. Y es lógico.
Y mientras va uno madurando se pregunta el porqué no puede vivir con mayor holgura, más comodidad y, por qué no, con más poder de todo tipo.
Luego vienen los hijos. Estos van creciendo y para sus progenitores  el máximo objetivo o prioridad es el mantenimiento y el bienestar de su familia. Y esto es también muy lógico y natural, y así debe ser.
Cuando ya los hijos se han hecho mayores, el individuo empieza a pensar un poco más profundamente sobre el porqué de su existencia. Tiene, en la mayoría de los casos, la oportunidad de reflexionar sobre el significado  de su vida.   
Sin embargo, luego llegan invariablemente los nietos, y se descubre un nuevo mundo familiar al que entregarse de todo corazón, y esto es lógico también, y muy encomiable, y muy necesario: empezar a transmitir a los nietos la propia impronta, personalidad, la experiencia de los años transcurridos.
Y luego cuando los nietos han hecho su proceso, porque a su vez sus padres lo han hecho también, el ser humano, el hombre ya en su vejez, espera pacientemente una respuesta que cree ha de llegarle de algún sitio. Aunque afortunada o desgraciadamente no le llega a veces  puntualmente.
Su cuerpo ha envejecido. Tal vez su parte externa aparezca perfectamente, con buena presencia y buen estado de salud, pero en su interior, si no ha trabajado convenientemente, no estará de la misma forma. Porque su interior y exterior, y su universalidad, destacará muy especialmente en el origen y la conformación de sus cromosomas y sistema adeneístico, y este, sin duda alguna, se mantendrá exactamente igual que desde el principio si no ha procurado la debida transmutación.
Y así ese viejecito o viejecita que han cumplido su misión, aquí en este espacio tridimensional, que han dado sus frutos sobradamente, se encontrarán en un callejón sin salida.
Y digo sin salida porque no se habrá sabido maniobrar correctamente la nave de la existencia. Y el individuo se encontrará en un estado de decrepitud, que tal vez no se reflejará físicamente, externamente, pero sí adeneísticamente hablando.
Entonces, aquí en este punto, ya puede ser motivo de reflexión el preguntarnos, sinceramente, cuál es el momento adecuado durante el transcurso de nuestra existencia para trabajar a un nivel espiritual y  llegar a transmutar. Para llegar a evolucionar realmente de pensamiento.
Todo ello para no hallarnos al final en un estado tan simple como el expuesto. Simple que no significa otra cosa que un estado regular y por lo tanto normal. Y llegar a preguntarse el porqué nuestro pensamiento sigue exactamente igual después de toda una larga vida, para quien haya alcanzado la longevidad…
Y acaso el porqué estoy aquí, de dónde vengo y hacia dónde voy.

2.2.6. EL OBJETIVO DE LA VIDA: TRANSMUTAR
Ahí quedan estas preguntas a formularse cada uno de nosotros, en nuestro interior más profundo. Y, ¿dónde, me preguntaré, he fallado?, ¿cuál ha sido el motivo por el que me he distraído en ese objetivo prioritario por el cual he aterrizado en este mundo tridimensional, en el aquí y ahora para transmutar, y no lo he cumplido?
Amigos, jóvenes, no tan jóvenes y adultos, pensad que llegará un momento en que vuestras mentes habrán de enfrentarse directamente con la realidad. Y cada uno deberá reflexionar sobre su posicionamiento real y psicológico. Y no esperéis halagos, ni prebendas, ni felicitaciones, nadie os las dará. Nadie excepto vosotros mismos en la intimidad.
Pero ¡ay!, ¡ay! de aquellos que en su interior más profundo reconozcan que en realidad han perdido el tiempo divagando, filosofando, entregándose a los placeres de la vida como cosa muy natural y gratificante, y en esto nada que objetar.
Pero ¡ay! de aquellos que en su intimidad deban reflexionar sobre sus acontecimientos pasados y reconocer que han perdido el tiempo miserablemente.
Entonces cada uno se aplicará la lección y tal vez así, de esa forma, pueda reanudar un nuevo vuelo tridimensional.

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