MENSAJES
DESDE LAS ESTRELLAS
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Hola amados Hermanos:
Comparto con cariño transcripciones de
la Monografía “EL
Amor y la Unidad de Pensamiento”, que podemos hallar en nuestra
Biblioteca www.tseyor.com
El enlace es:
Con amor,
Noventa PM
__________
“La Unidad somos todos.”
“El amor es
la puerta que nos abre a
un mundo
infinito de percepciones.”
Shilcars
13) “El
Amor y la Unidad de Pensamiento” – UN PROCESO MENTAL SUPERIOR
3.41. LA UNIFICACIÓN PLENA
DE CRITERIOS
Y, como lo
que es arriba es abajo, una vez resuelta la primera particularidad, cual es la
unidad como individuos a nivel personal, a nivel interno, también es necesario
aplicar la otra unidad, la unificación plena de criterios. Aunque criterios
puedan serlo infinitos, diferentes, pero sí llegar a la cohesión y a la
aceptación y tolerancia de múltiples criterios que puedan anidar en la mente de
cada uno de nosotros. Así el segundo paso es la unidad, pero la unidad de
individuos.
Aquí en
Tseyor tenemos las cosas más fáciles, no por ello simples, pero sí más fáciles
por cuanto hemos creado un egrégor, una personalidad trascendente muy
importante. Ese egrégor nos permite la posibilidad de unificarnos, queriéndonos
y amándonos, puesto que ante todo habremos empleado la bondad de la que antes
he hablado.
Así, en esa
unidad de Tseyor, entendiendo que Tseyor es Tseyor, por lo tanto todos,
habiendo tenido la oportunidad de conocer Tseyor y su estructura, ¿qué más
podemos pedir, que más podemos anhelar que tener una herramienta tan importante
y efectiva e interesante además, para la transmutación? Hemos de saber valorar
lo que tenemos. Aparte de que lo que tenemos lo hemos conseguido sin deseo,
únicamente con bondad, con amor, para que la realización fuese un hecho, y así
es, podéis comprobarlo a diario.
Por lo
tanto, Tseyor es un conglomerado de personalidades, de pensamientos. Una
hermandad. Una hermandad que engloba a todo aquel que quiere ser de Tseyor,
porque todos somos Tseyor, porque todos somos el Yo en Retroalimentación en ese
espacio ilusorio, en ese tiempo estelar, simbólico, claro está. Por lo tanto,
hablamos de Tseyor y hablamos de la humanidad, del nivel vibratorio de la humanidad.
3.42. LA BONDAD POR BANDERA
Así que,
como todo eso está previsto y, como he dicho anteriormente, lo único que
necesitamos es paciencia, pero no intolerancia, no brusquedad, sino todo lo
contrario, tolerancia, fluidez en nuestro deambular tridimensional, con la
bondad por bandera, y con nuestro espejo limpio, brillante y transparente para
poder reflejarnos y reflejar así mismo al hermano y a todos nosotros en esa
unidad que estamos preconizando, que es necesario llevarla a cabo a través de
la hermandad, y seremos capaces de vencer a la ley de entropía. Seremos capaces
de revestirnos de nuevas capas energético-crísticas, y las mismas nos llevarán
de la mano hacia todos los confines del universo.
Este será el
momento en que aplaudiremos la paciencia, la bondad, la bienaventuranza de encontrarnos
aquí entre todos nosotros, unidos por el amor. Y en ese punto clave se abrirán
ya para siempre esas puertas de la Nueva Jerusalén. Que en el fondo es ese universo
multidimensional, y que dará cabida a todos nosotros. Y todos, a través de la
nota La, sintonizaremos en una gran sinfonía de amor.
3.43. UN
PROCESO MENTAL SUPERIOR
Esto
requiere un proceso mental superior. Y al mismo tiempo rendirse ante la
evidencia de que nuestra correspondencia tridimensional tiene un factor
relativo importante y, por lo tanto, ficticio. Aunque muy necesario para llegar
a recomponer ese puzle holográfico cuántico que se regenera y se retroalimenta
también a través de la unidad de pensamientos.
Así, de este
modo, las experiencias vivenciales de todos y cada uno de nosotros nos sirven a
cada uno de nosotros de espejo y de referencia. La suma de todas las
experiencias pasa a un común denominador que es nuestra mente, infinitamente
dispersada en el cosmos holográfico cuántico, y al mismo tiempo unida por un hilo
conductor, cual es el Absoluto, en el plano de la retroalimentación.
Así en ese
conocimiento disperso infinitamente, vamos recogiendo poco a poco la cosecha de
una siembra anterior. Unas semillas que habrán dado su fruto, y que debemos
corresponder a las mismas a través de esa unificación de pensamiento.
Así que no
solo aprendemos de nuestras propias réplicas en el mundo multidimensional, sino
que además aprendemos de nosotros mismos como atlantes, como seres pensantes. Y
en un objetivo común: la unificación a través del hermanamiento. A través del
amor, por supuesto.
º º º º
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