sábado, 22 de junio de 2013

17) “El Amor y la Unidad de Pensamiento”– LAS VOCES DISCREPANTES

MENSAJES DESDE LAS ESTRELLAS
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Hola amados Hermanos:
Comparto con cariño transcripciones de la Monografía “EL Amor y la Unidad de Pensamiento”, que podemos hallar en nuestra Biblioteca www.tseyor.com

El enlace es:

Con amor,
Noventa PM
__________

La Unidad somos todos.”
“El amor es la puerta que nos abre a
un mundo infinito de percepciones.”
Shilcars

17) “El Amor y la Unidad de Pensamiento”– LAS VOCES DISCREPANTES


          3.53. LAS VOCES DISCREPANTES

          Para que haya unidad de pensamientos, también será preciso que valoremos exactamente nuestra posición, es decir, conozcamos nuestro posicionamiento psicológico, y seamos conscientes también, cuándo ayudamos a que el grupo avance, o cuándo es todo lo contrario, cuando permitimos que el grupo se retrase.
                                                                                                                                             
          Las voces discrepantes deben serlo siempre en el punto adecuado, en el momento adecuado. La discrepancia es lógico que exista, la disparidad de criterios también.

          Pero, cuando uno ha avanzado a un cierto nivel dentro de la filosofía de Tseyor y de su mensaje desde las estrellas, esas discrepancias deberían, y digo deberían, ser el mínimo exponente. Por cuanto las mismas no debieran producirse si en verdad hemos analizado todos los cuestionamientos en Tseyor.

          Si a estas alturas se producen dispersiones, hermanos que no piensan igual que nosotros (y es un decir, porque todos pensamos de la misma forma en lo más profundo de nuestra psicología, en nuestra micropartícula, en nuestra nave interdimensional de Tseyor), entenderemos enseguida que lo que conviene es unificación de criterios para avanzar.


3.54. UN LENGUAJE QUE OBLIGA A PRESTAR ATENCIÓN

Pretendemos que nuestra comunicación llegue y se asimile lo mejor posible. Para ello es menester atención y, para obtener de un hermano la debida, es primordial que utilicemos un lenguaje que le obligue de alguna forma a prestar dicha atención, a buscar la unidad en sí mismo para que el eco de nuestro mensaje resuene.

Si nuestro hermano está disperso, está pensando en múltiples cuestiones, es difícil que nuestro mensaje llegue a interiorizarlo y más tarde produzca la debida transmutación.

Todo requiere de un pequeño esfuerzo. De acuerdo, a nosotros, en nuestro nivel, nos gusta mucho la broma, nos gusta reír, reímos muchísimo. Pero también sabemos estar en condiciones de apertura mental, cuando de nuestra superioridad se nos transmiten sus vibraciones. Y no es que nos lo pidan, sino que nosotros mismos nos exigimos, mejor auto-exigimos, el máximo de atención para aprovechar el rico caudal de conocimiento que nos llega de, como digo, nuestra superioridad.

3.55. DOS ASPECTOS BÁSICOS

Reflexionad sobre ello, amigos, hermanos. Estamos en un momento del Undécimo Pliego en el que es menester que nuestras mentes se abran ya a ese conocimiento mayúsculo sutil, y se empleen a fondo en la transmutación.

Únicamente sugerir dos aspectos básicos en esa transformación que va a ser necesaria que se lleve a cabo por parte de nuestras personas: uno que es el de la adquisición de un conocimiento puramente intelectual, y el otro que se basará en la síntesis de dicho conocimiento.

El primero será o estará en función de nuestra atención, interés y ganas de repercutir en nosotros mismos el compendio de toda esa información. Y la otra parte, la más importante a mi entender, es la de que podamos sintetizar al máximo toda esa información, porque esto será, sin duda alguna, motivo para creer que habremos transmutado.

Así que ahora, en este paso del Undécimo Pliego, hemos de tener nuestra mente abierta con un pensamiento profundo hacia la hermandad, pero pensando en la transmutación, en la alquimia que nuestro cuerpo 3D puede llegar a procurar, favoreciendo el poder aglutinar todas esas réplicas dispersas. Porque sin unidad, en primer lugar hacia nosotros mismos, va a ser muy difícil la unidad grupal.

Por eso, en estos tiempos, ahora, pedimos unidad. Para favorecer la transmutación. Para llevar a buen término ese proceso alquímico en nuestras personas, y la hermandad para que este proceso alquímico se distribuya entre todos por igual, al menos intentarlo, que no haya diferencias entre nosotros.

Y, sin duda alguna, con este proceso que vendrá adornado siempre bajo la tutela de la auto-observación, condición indispensable para alcanzar dichos propósitos, podremos decir finalmente que habremos cumplido con nuestro compromiso.

Todos vosotros estaréis satisfechos de haberlo, al menos, intentado.


3.56. CLARIFICAR EL TEMA DE LA UNIDAD DE PENSAMIENTO

No creáis que estamos hablando de la unidad de todos vuestros pensamientos. Porque si pregonáramos esto último, sería un error por nuestra parte.

No pretendemos la unidad de pensamientos con todos vosotros. Como tampoco la uniformidad de pensamientos, porque esto último también sería un dogma, un grave error.

Aquí debemos respetar de hecho la diversidad de pensamientos. Cada uno es un ser distinto -aunque en el fondo proceda del mismo factor absoluto- pero, distinto en vibración. Con una marca indeleble que le faculta para precisamente individualizarse.

Y si el propio Absoluto ha permitido, en su desarrollo retroalimentario, la individualidad, ¿por qué vamos a no aceptarla?

Cuando hablamos de unidad de pensamientos, nos estamos refiriendo a cada uno en particular. Todos y cada uno de nosotros tenemos mil y un pensamientos. Ahora pensamos sobre algo de una manera, mañana pensaremos de otra, o tal vez de forma distinta pasado mañana.

Cuando entramos en meditación, en reflexión profunda, nuestra diversidad de pensamientos no nos deja centrarnos en la unidad, en la síntesis, y nuestra mente divaga por un mundo de pensamientos a cual más acertado o más erróneo.

Pero, la nube de pensamientos que puebla nuestra mente nos dispersa, ¿cómo vamos a poder acceder al mundo de las no formas, en la interdimensionalidad, en la nave Tseyor, en los archivos de Seiph… con pensamientos dispersos? Ahí está el quid de la cuestión.

Para acceder a ese mundo sublime, sutil, únicamente es posible a través de la unidad de pensamientos. Y la unidad de pensamientos llega a la síntesis, y la síntesis se transforma en el no pensar.

Y en la meditación, cuando aparece el no pensamiento, en verdad estamos en la realidad de los mundos, en la realidad de nuestro propio mundo. Antes no, por supuesto.

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