lunes, 3 de diciembre de 2012

26) “La Entropía”– NECESITAMOS SEMBRAR BUENAS SEMILLAS

MENSAJES DESDE LAS ESTRELLAS
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Hola amad@s Herman@s:

Comparto con cariño transcripciones de la Monografía “LA ENTROPÍA”. Podemos hallarla en nuestra Biblioteca www.tseyor.com

El enlace es:

Con amor,
Noventa PM
__________

“La ley de entropía se vale
de muchos medios para frenar el  anhelo
de superación, evolutivamente hablando. La ley de
entropía se vale de muchísimos medios para contrarrestar
ese salto cuántico en ciernes. Más, no lo va a conseguir
porque es imposible “poner puertas al campo”.
Al campo de la evolución,
de la transformación.”
SHILCARS

26) “La Entropía”– NECESITAMOS SEMBRAR BUENAS SEMILLAS
  
5.41. EL LATIDO DEL CORAZÓN  
El lenguaje que utilizamos aquí en la 3D, es una muleta tan solo de nuestro pensamiento; es ineficaz en grado sumo para trasladar un pensamiento espiritual y que todos podamos compartirlo.
Por eso, con nuestro lenguaje, mandamos a su vez y simultáneamente ciertas vibraciones energéticas para que se impregnen en vuestra psicología y ayuden a mejorar la vibración y la comprensión de vuestras personas.
En este caso concreto se dio esta circunstancia, que más que circunstancia es una sincronicidad, con mis palabras y, el palpitar del corazón, era el palpitar del corazón grupal, sobradamente oído, perfectamente, en la nave interdimensional de Tseyor. Son sincronías que permiten al individuo cerciorarse sobre su base experimental.
Y como las palabras son insuficientes, aquí en este plano 3D, en la mayoría de vuestras conversaciones, debido principalmente a la ley de entropía, no valoráis verdaderamente la expresión de las mismas, os acostumbráis a un vocabulario más bien retraído.
Pero en nuestro nivel, cuando hablamos de corazón lo hacemos  de corazón, cuando hablamos de amor estamos pensando y floreciendo en el amor. Nuestro vocabulario sencillo y humilde es a su vez sincero.

5.42. A LOS HERMANOS HAY QUE AVISARLES
No nos gusta sembrar el desasosiego, pero a los hermanos hay que avisarles, y sobre todo a los que habiéndose comprometido verdaderamente a través de su propia réplica en un trabajo determinado aquí y ahora, no lo cumplen. Por desidia, por ofuscación. Incluso por rencores, por envidia. Por la supremacía que el propio ego les marca. En definitiva: miedo, en este caso miedo a perder privilegios.
¡Qué absurdo es este tema! ¡Qué absurda tal condición de miedo a perder privilegios, cuando todos tenemos los mismos y nadie es más que otro! Sembramos dudas, dispersión, desconfianza, y recogemos eso... sueño.    
            Como he indicado al principio, tenemos mucho material que entregaros, y evidentemente el que tenéis aún no lo utilizáis del todo apropiadamente. Vivís navegando, mirando hacia el horizonte sin apenas daros cuenta de lo que tenéis a vuestro lado.
El tiempo aquí, en la tercera dimensión, termina. Se espera un nuevo ciclo.
La situación empeora, es lógico. Es un cambio de era muy importante, es un salto cuántico el que se ha de formalizar, y este no espera. Y se va a dar tanto si despertamos de este sueño de los sentidos y nos unimos verdaderamente como hermanos e iguales, como si nada de todo eso hacemos. El cosmos va a aplicar su sabia fórmula, que es la de la entropía.
Hace ya unos meses indicamos que las trompetas habían sonado. Las trompetas del hambre y la enfermedad, la desesperación, la angustia y el miedo.
¿Os dais cuenta del cambio que ha registrado vuestra sociedad tan solo en unos pocos meses? ¿Acaso alguno de vosotros podía imaginarse tal situación? Verdaderamente la misma es para un fin muy apto y necesario: consolidar una masa crítica lo suficientemente despierta, y con ello INTELIGENTE, en mayúsculas, para progresar en el universo.
La venda de los ojos va desapareciendo, y tras la misma aparecen destellos de un mundo hostil, un mundo desengañado, un mundo hundido,  aunque todo ello es una pura ilusión y todos nosotros podemos transformarlo.
Transformar viejas estructuras de pensamiento en unas nuevas, y automáticamente el mundo será otro porque lo veremos desde una mente objetiva.
¿Qué más puedo añadir si además de todos los “avisos” que os hemos ido formulando y transmitiendo durante todo este tiempo no se hace el debido caso?
Poca cosa vamos a poder hacer de ahora en adelante, si en vuestra propia organización interna aún desesperáis, aún estáis dispersos, aún existe la duda, si desconfiáis de la hermandad, si no os aplicáis debidamente en vuestro trabajo de introspección, de autoobservación.

5.43. NECESITAMOS SEMBRAR BUENAS SEMILLAS
Se necesita un empuje mayor, el actual es insuficiente. Necesitamos sembrar buenas semillas. Semillas desde dos ángulos distintos y complementarios: una semilla espiritual y otra física para alimento del cuerpo físico. Y esto no va a ser posible hasta que realmente confiéis en vosotros mismos, y sepáis erradicar aquellas malas hierbas que en todo huerto o campo crecen por doquier.
           Debéis ser cautos, debéis ser prudentes, pero también observadores para saber cortar de cuajo aquellas hierbas que en un momento determinado pueden llegar a ahogar la propia raíz del castaño. Fruto que ha de proporcionar la semilla de alto rendimiento.
          Tenéis que decidiros, verdaderamente está en vuestras manos. Debéis decidiros con alegría, con tesón, con ilusión, en hermandad. Comprendo también, y la Confederación al mismo tiempo lo confirma, que desconociendo parte del juego vuestras mentes pueden dispersarse, confundirse, y de hecho así sucede. Pero también al hombre, al atlante de esta generación, se le pide confianza en su futuro.
El hombre que no confía en sí mismo se verá devorado por las fauces de la entropía de su propio ego.
Se necesita pues, de vosotros, un amplio y aún mayor espectro lumínico para iluminar aquellas parcelas de pensamiento que pueden hacer posible evidenciarse, a través de la comprensión, de un nuevo panorama en el horizonte mental.
Cada uno sabrá en qué disposición está aquí y ahora. Os puedo indicar que en la nave interdimensional de Tseyor, en la que estamos reunidos en estos momentos miles de individuos atlantes, millones de individuos atlantes, y aunque vuestra mente no sea capaz de llegar a entenderlo, así es, sabemos exactamente nuestro camino, cuál es nuestro trabajo.

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