MENSAJES
DESDE LAS ESTRELLAS
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Hola amados Hermanos:
Comparto con cariño transcripciones de la
Monografía “LA EDAD DE HIERRO”. Podemos
hallarla en nuestra Biblioteca www.tseyor.com
El enlace es:
Con amor,
Noventa PM
__________
“Ahora estamos ya al
final de esa
época de Hierro, y
dicho hierro está agotando
sus capacidades, su
resistencia, y es el momento de
analizar. Y podemos
analizarlo precisamente porque
nuestra capacidad
mental y psicológica está
preparada para ello.”
SHILCARS
5) “La
Edad de Hierro”– EL PLANETA ESTÁ REGENERÁNDOSE,
CAMBIANDO SU SUPERFICIE
El cosmos nos ofrece ahora la
posibilidad de volver a adquirir la confianza y la naturalidad de nuestra forma
de actuar, de nuestra forma de razonar también. Hemos de saber aprovecharlo y
utilizarlo en bien de todos.
Solo con la bondad de nuestros actos, la
firmeza de nuestras convicciones, el anhelo por un mundo mejor para todos, y
dando sin esperar nada a cambio, nuestras personas florecerán como seres
atlantes, como seres humanos.
Ahora es, pues, el momento de actuar,
pensando en que estos momentos son adecuados para ello. Empecemos por creer en
nosotros mismos y en nadie más.
No desconfiemos. Pero tampoco
confiemos en que todo nos lo darán hecho: busquemos la manera de que todos y
cada uno de nosotros podamos poner ese granito de arena imprescindible para
construir la gran catedral en la que todos puedan cobijarse.
El primer paso será, pues, confiar en
nosotros mismos y esperar pacientemente.
Y también, no sembrando dudas y
creando en nosotros mismos la dispersión.
Estaremos de acuerdo en una cosa, y es
que el cosmos necesita igualmente de aquellos hermanos, de aquellos seres
atlantes, que voluntariamente se han ofrecido para crear la dispersión y la
confusión. Esto es un alambicado proceso que no es fácil, es muy complejo, y
además entra de lleno en la transmutación.
Por lo tanto, el cosmos sabe -pide
también- de aquellos voluntarios que sacrificándose incluso en su propia
evolución, sabiéndolo en su propio interior mental, en su subconsciente,
acepten el que actuando de dispersores se dispersen a sí mismos y se expongan a
perder la memoria cuántica y desaparecer de este mundo de manifestación.
Perdiendo la posibilidad de dar el salto cuántico.
Es un gran sacrificio de los hermanos
que así actúan. Pero, para entendernos, las ramas del castaño deben romperse,
deben caerse, para que el mismo dé los frutos adecuados. Sin embargo, también,
en este pequeño grupúsculo que es fiel representación de una masa crítica en
todo el orbe, en todos los esquemas planetarios existentes en el mundo de
manifestación, y son miles de millones dentro del multiverso, existe la
posibilidad de reaccionar ante ese compromiso adquirido, cambiando en un
momento determinado su trayectoria y sumándose a este proceso del renacimiento.
No todos los que han adquirido ese
compromiso están obligados a ello. También pueden cambiar y sumarse al
positivismo, al objetivismo, a la realidad circundante -para eso se es libre en
todo momento- y modificar trayectorias.
Cuando uno se da cuenta que actúa de
dispersor, para él es una gran prueba -para él y para ella- y en todo momento
puede cambiar su trayectoria y como digo sumarse al carro evolucionista.
Sepamos reconocer este trabajo
dispersor y de confusión que aparece constantemente en nuestro panorama mental.
Siempre será lo mismo. Es una cadena rutinaria que cada vez nos ofrecerá el
mismo plato. Y cada vez el plato será más abundante, hasta incluso llegar a la
indigestión.
Aunque, sepamos reaccionar todos y, en
un esfuerzo de unidad, démonos cuenta de si estamos variando el flujo normal y adecuado
del carro evolutivo.
Démonos cuenta algunos de nosotros,
todo y actuando según nuestras convicciones, si podemos estar variando nuestra
dirección y abocándonos, y abocando también a los demás, al carro involutivo.
En el universo o plano cósmico no
existen las direcciones, y uno sin darse cuenta puede tomar el camino inverso
al salto cuántico.
Démonos cuenta de ello y reaccionemos,
pero no opongamos resistencia. Que nuestro estado natural no se afecte. No
perdamos el equilibrio al darnos cuenta de manifestaciones inversas a nuestras
convicciones, a nuestro proceso evolutivo.
Aceptémoslo como un trabajo que
hermanos nuestros están realizando. Y aceptemos también que están actualizando
y validando su actitud evolutiva, que han escogido el riesgo, pero que
indudablemente lo ha sido con total libertad. Y confiemos plenamente en que en
un momento determinado se van a dar cuenta, modificarán su trayectoria y se
sumarán al carro evolutivo hacia la ascensión, hacia la iluminación.
En todo este estado de cosas se van a
producir incontables desajustes, mucha confusión y dispersión.
Por un lado, el planeta está
regenerándose, está transformando su superficie. Está preparándose para
ajustarse al tiempo real.
Muchas cosas van a cambiar y, en
especial, va a cambiar la fisonomía de nuestro, en este caso, vuestro querido
planeta. Van a transformarse sus esquemas, hasta ahora influenciados por una
época: la Edad de Hierro. Y al cambio se va a producir un ajuste.
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